Tras el gran susto vivido este pasado lunes por la tarde tras el derrumbe de parte de la pared lateral de la iglesia de Santiago Apóstol de Fresnellino del Monte, todas las miradas de la treintena de vecinos de la pequeña pedanía de Ardón se focalizaron en que el desprendimiento del muro no fuese a más.
Afortunadamente, así ha sido, y ya pasadas más de 24 horas desde el suceso no se han tenido que lamentar nuevos desprendimiento en el templo pese al estado crítico que presenta, por lo que la Guardia Civil ha procedido a acordar la zona para impedir el paso ante el posible riesgo de una nueva caída de parte de la pared que se aprecia visiblemente agrietada.
Durante la mañana de la jornada de este martes, técnicos del Obispado de León –que es el titular de la iglesia– y del Ayuntamiento de Ardón, así como la alcaldesa del municipio, Mónica Marne, visitaron el estado en el que ha quedado la parroquia para hacer una primera comprobación de los daños y desperfectos.

Al respecto, según explicó a este periódico la propia Mónica Marne, «las primeras actuaciones se centrarán en desescombrar el templo y en apuntalar el muro y las vigas para evitar que la caída vaya a más». Igualmente, indicó que ya han procedido a la retirada de las tallas y demás patrimonio de valor que alberga esta parroquia de más de 500 años de antigüedad que pasará a custodiar por el momento el Obispado de León.
Dentro de todo lo malo, la buena noticia es que afortunadamente el retablo no ha sufrido daños debido a este derrumbe de la pared lateral.
Una solución «urgente»
La regidora también avanzó que el objetivo pasa ahora por buscar una solución «urgente», a través de alguna ayuda que pueda recibir el Obispado, o de la Diputación o con aportación de los feligreses, además de indicar que «el Ayuntamiento apoyará económicamente en la medida de lo posible».