Afinales de 2022, en una de las últimas obras de la anterior legislatura en municipios y pedanías, la Junta Vecinal de San Andrés del Rabanedo presentó la restauración del abrevadero de la calle Truébano. Una obra de 7.329 euros de los que la Diputación aportaba 7.000 para, explicaron entonces: «rehabilitar el abrevadero y aledaños, decorado con piedra natural y rematado con una solera para facilitar el eso más limpio». Y la entonces presidenta de la Junta Vecinal, Katia Badeso, añadía que «así daría servicio a todos los animales de la zona ; sin olvidar que se trata de una vía pecuaria, un cordel en las inmediaciones de la Cañada Real».
Y añadia: «El objetivo es que se puedan conservar las tradiciones», tal vez no olvidando que una de las más antiguas es la de la trashumancia y su variante corta de la trasterminancia. La obra, por cierto, la realizó la Junta Vecinal del PSOE pero tambien había solicitado que se realizara por el grupo municipal del PP.
Un clásico de la ganadería ovina leonesa, Domitilo, realizaba este lunes la trasterminancia hacia los puertos de Babia, con no pocas dificultades de carreteras, autobuses, tráfico... y al llegar al abrevadero de San Andrés, siguiendo su cordel, sus 1.500 ovejas y algunas cabras buscaron el agua, pero estaba vallado. En los últimos meses se han plantado unos árboles, se han protegido por una valla y el rebaño debía seguir sin beber... a la vista del agua. Y sin lugares cercanos para hacerlo.
El pastor sabía de sus derechos pero tal vez se le comunicó que no era posible con formas no muy apropiadas o por quien nada sabía de «los motivos por los que fue restaurada la fuente... conservando las tradiciones». Que cambie la Junta Vecinal no quiere decir que cambien los derechos y las obligaciones.
«Siempre pagamos los mismos», musitó el pastor, demasiado acostumbrado a lidiar con contratiempos. «Es muy bonito lo de los rebaños por Madrid, las teles, pero...».
Pero tuvo que seguir su camino... aunque no faltó la treta de una cabra rebelde que supo cómo salvar las barreras que le impedían ejercer su derecho. Y bebió, dicen quienes la vieron, sin saltarse las normas, ni dañar a los árboles motivo de la polémica.