«Este acto vil y cobarde no solo atenta contra una persona en particular, sino que hiere gravemente a toda nuestra comunidad, sembrando miedo e incertidumbre. En una sociedad basada en el respeto, la convivencia y el diálogo, no podemos permitir que la violencia y la intimidación sean herramientas para dirimir diferencias o imponer voluntades. Villar del Monte y toda La Cabrera siempre han sido ejemplo de esfuerzo, trabajo en común y unidad, valores que debemos preservar frente a quienes buscan sembrar el caos y la discordia». Estas palabras fueron el núcleo central del manifiesto leído por el teniente alcalde de Truchas, Ángel Rodríguez, a los asistentes a la concentración en solidaridad con la presidenta de la Junta Vecinal de Villar del Monte, Tina Fernández, ante el atentado a su casa, que fue quemada, y a sus bienes sufrido hace una semana.
Pidió después una investigación exhaustiva, algo en lo que se viene incidiendo desde que ocurrieron estos lamentables hechos. Alrededor de cien personas se congregaron en la plaza Concha Casado, una cifra que los organizadores consideraban positiva «a la vista de la despoblación que sufre la comarca, la premura con la que se hizo la convocatoria a través de redes sociales y, a nadie se le oculta, el miedo de muchos vecinos a manifestarse públicamente después de lo que le ha ocurrido a Tina Fernández», que acudió acompañada de su hermana y arropada por el alcalde de Truchas, Paco Simón, y el citado teniente alcalde, entre otros, como representantes de Juntas Vecinales.
El alcalde agradeció la presencia de los asistentes y la afectada también fue muy breve, también mostró su agradecimiento pero dijo unas palabras que muchos consideraron que iba al meollo de la cuestión: «Aquí no se está dirimiendo un problema político, ni mucho menos, lo que estamos denunciando es el uso indebido de los bienes comunales, ante lo que no voy a ceder».
Hablando de políticos, ningún representante provincial, de ningún partido, acudió a arropar a una presidenta de una Junta Vecinal que ha sufrido un grave atentado. «¿Qué tenían mejor que hacer que condenar la violencia», se preguntaban muchos de los asistentes. Tampoco las juntas vecinales del PP se sumaron a la cita.