Para agravar más la situación, las alzas de los precios de piensos y forrajes han reducido aún más la rentabilidad de las explotaciones, que siguen hablando de cierres más que de oportunidades ante el fin de la cuota.
Hay que remontarse tres años atrás para ver una situación similar a la actual. Entonces también hubo un descenso brusco de los precios por parte de la industria a lo que se sumaron grandes incrementos de las materias primas (especialmente derivados de las fluctuaciones mundiales de la soja) que llevaron a decenas de explotaciones a la quiebra. El coste de la alimentación todavía no ha llegado a los niveles de entonces, pero a pesar de ello es difícil ver rayos de esperanza en el sector.
La industria controla todo y hace lo que le da la gana porque es la que tiene la sartén por el mango En este contexto, los precios podrían repuntar a finales del verano o principios del otoño, pero los productores son pesimistas de cara a estas subidas, que dado el bajón actual, puede que no sirvan para garantizar la viabilidad de las explotaciones.
Además, los ganaderos no ven ninguna certeza en la posibilidad del repunte. El portavoz de la Organización de Productores de Leche (OPL), José María Álvarez, recuerda que "la industria controla todo y hace lo que le dala gana porque es la que tiene la sartén por el mango".
En este sentido recuerda que el precio de la leche no ha bajado en los lineales de los supermercados y apunta a las industrias lácteas como las beneficiarias de la diferencia.
La situación es dramática, sobre todo en las ganaderías más pequeñas, queno podrán aguantar mucho más tiempo en este contexto, y muchas cooperativas están teniendo grandes problemas, no sólo para negociar los precios, sino simplemente para colocar la producción.
La sensación de frustración es total en el sector. El paquete lácteo y todas la medidas aprobadas a comienzos de año no están teniendo efectos en el sector, según denuncian los ganaderos. La industria sigue apretando y la desconfianza ha aumentado, a pesar de la multa que les impuso Competencia por pactar los precios.
Tal como expone Álvarez, "el paquete lácteo no ha servido para nada, es como si ponen un señal de límite de 120 kilómetros por hora en una carretera y luego no ponen nadie a vigilar que se cumpla". Por ello, Álvarez considera que la Administración "no está relajada, simplemente no existe ni quiere existir".
Mesa de trabajo
En este contexto la OPL ha convocado a todos los ganaderos a una mesa de trabajo para el próximo 30 de junio en Valencia de Don Juan con el fin de lograr "la unión de todo el sectorpara hacer un frente común". A la mesa están también convocados los sindicatos agrarios y todas las organizaciones que puedan aportar "su granito de arena" para sacar adelante proyectos comunes, explica el portavoz de OPL.
José María Álvarez espera que tanto los productores como las organizaciones dejen a un lado "ideologías y políticas" para terminar con la "desunión" que lastra el sector. Una oportunidad para un sector al que la liberalización ha puesto en caída libre.