"A los habitantes del monte, del paisaje y a su gente, desde Caín hasta Candín...". Así reza el inicio de la dedicatoria de un libro de reciente aparición, ‘Bestiario leonés’, que recoge un lema que había calado entre los leoneses para invitar a recorrer la provincia. Muchos titulares de periódicos y reportajes televisivos de habían hecho eco de él, seguramente tiene gancho y vino a sustituir a otro que en pegatina llevaban los coches de la provincia: ‘Rincón por rincón... León’.
Pero el nuevo eslogan se ha roto. Uno de los dos pueblos ha cambiado su nombre. Parece lógico pensar que sería Caínpor esa bíblica connotación negativa, pero es Candín.
El Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) del pasado miércoles recoge el "Acuerdo de 28 de marzo de 2023, del Pleno del Consejo Comarcal de El Bierzo, por el que se aprueba el cambio denominación del municipio de Candín por el de Valle de Ancares. Expte.: 2021/22". Cierto que, a rey muerto... ya ha comenzado a circular un eslogan heredero del desaparecido y que remite a los visitantes de la provincia a los mismos rincones provinciales: "Del Cares... al Ancares". Otra cosa es que acabe cuajando como el anterior.
Candín (Valle de Ancares ahora) es la octava población de la provincia que cambia de nombre. Las siete anteriores había sido por ‘estética’, la octava, Candín, parece más por identidad. Los anteriores fueron Alija de los Melones (Alija del Infantado ahora); Sacaojos (Santiago de la Valduerna); Villaviciosa de Perros (Villaviciosa de San Miguel); Prado de Paradiña (actual Prado de la Somoza), Ribera de Grajal (Ribera de la Polvorosa) o Noceda, que quiso ser Noceda del Bierzo, acercándose más en sus ‘argumentos’ geográficos a Candín, que ha vivido un largo proceso de rebautismo no exento de polémica, como no podía ser menos en los tiempos que corren.