El campo leonés afronta estos días el final de la campaña de regadío, que ha permitido 'salvar los muebles', en este caso los cultivos, para lograr una producción "normal". La sequía sufrida durante los meses de primavera y verano, han provocado una “mala campaña de secano” con un rendimiento agrícola de tan sólo unos 1.100 kilos de trigo por hectárea. Un dato que contrasta con los regadíos, donde la producción se mantiene en la media habitual al alcanzar los 15.900 kilos por hectárea cultivada.
"Ha habido que regar para nacer, pero hemos dejado los pantanos con un poco más de agua que en años anteriores", ha añadido la actual secretaria general del sindicato Unión de Agricultores y Ganaderos UGAL-UPA, Sonia Castro, que tomó el relevo hace menos de un año del fallecido Matías Llorente.
El sindicato agrario ha analizado este martes la situación del sector en la provincia, que vive esta cosecha después de la campaña de siembra "probablemente la más cara de la Historia". La subida de los precios de coste se debe no sólo a la sequía, según ha explicado la secretaria general, sino que ha coincidido con "años difíciles por la pandemia” y la guerra de Ucrania, "que ha complicado aún más la situación y ha subido los precios en insumos”. En este sentido, la zona más afectada de la provincia, ha explicado, es la de Sahagún, en Tierra de Campos, debido a “la importancia del secano en una zona mucho más seca que las demás”.
Precio de cultivos y seguros
Respecto a los precios, la secretaria provincial de UGAL-UPA aseguró que el precio del cereal se ha estabilizado con 258 euros la tonelada de trigo, 287 la de cebada, 265 la de maíz y entre los 140 y 180 euros la paja. El objetivo del sindicato será mantener los precios, algo que harán "apoyando a las cooperativas para que no se especule con nuestro trabajo”, afirmó Castro.
El impacto del cambio climático en el campo, según puntualizó el sindicato, "se demuestra con esta sequía" y el aumento de seguros. La sequía de esta campaña ha dejado 46.000 hectáreas afectadas con partes derivados a Agroseguro por valor de 5,8 millones de euros, frente a los 2,38 millones de incidencia del pasado año. Esto significa que más del doble de terrenos agrícolas en la provincia han visto peligrar su producción, si bien León es la que menos incidencias ha reportado a Agroseguro de la Comunidad Autónoma, ya que las cifras en otras provincias son muy superiores: Palencia lo ha hecho por 20 millones de euros, Soria por 32 y Valladolid por cerca de 27.
Los ganaderos no encuentran paja
El vicesecretario del sindicato agrario, David Rodríguez, quiso destacar el impacto de la sequía en la ganadería. Lamentó que "se está comprando paja en Francia antes que en España porque es más barata", pues la alta demanda de los forrajes ha provocado un incremento de los precios. Por estos motivos de falta de paja y forrajes para alimentar el ganado, pronostica un invierno “bastante crítico” en los mercados de la carne y la leche y productos derivados. El portavoz de los ganaderos destacó que el precio de la leche de vaca “ha pegado un bajón muy crítico de 10 céntimos”, mientras que “algunas empresas queseras presentan impagos y estamos con el agua al cuello en muchas explotaciones ganaderas”.
Los ganaderos, además, afrontan con temor la llegad de una enfermedad nueva "que afrontamos con total desconocimiento", denominada Enfermedad Hemorrágica Epizoótica, tansmitida por un mosquito y que afecta al sector vacuno. Esta enfermedad "ya está a las puertas de la provincia", mientras que Agroseguro todavía no lo tiene incluido en las pólizas. Ante la "pérdida de 400 vacas semanales en algunos territorios como Extremadura", UPA ha presentado una reclamación a la Junta de Castilla y León para prevenir este problema y que dote de ayudas directas a los ganaderos que tengan ejemplares afectados por la enfermedad.