La provincia de León está a la cabeza en inversiones en bienes inmuebles de la Comunidad, según se desprende de los datos facilitados por la Consejería de Agricultura y Ganadería en la reciente reunión del Consejo Regional Agrario. Asaja señala que en la solicitud de ayuda que finalizó a finales de diciembre del pasado año, que en la actualidad se resuelve por parte de la Consejería, el campo leonés presentó 241 expedientes de modernización de explotaciones, solicitando una ayuda de nueve millones.
Dado que la subvención es de una media del 48 por ciento (importes más elevados cuando el titular es joven), que los bienes ‘auxiliables’ están modulados y la base sobre la que se aplica la subvención es la mitad de su coste real y que el IVA no se subvenciona, Asaja estima el valor real de la inversión en 45,5 millones (IVA incluido).
La mayoría de las inversiones previstas son en bienes inmuebles vinculados al amueblamiento de las fincas de regadío, seguido de inversiones en bienes muebles de diferente tipo de maquinaria y, en menor medida, de inversiones en naves agroganaderas. Aunque la inversión teórica es de una media del 48 por ciento, en la práctica -apuntan- se queda en el 24 por ciento.
Sobre el conjunto de Castilla y León, los expedientes presentados por la provincia de León representan el 21,2 por ciento en número de solicitudes y en el 19 por ciento del importe de la ayuda concedida. La cifra de peticiones es mayor del habitual, ya que en 2022 no se efectuó convocatoria, por lo que realmente se concentran las partidas de dos años.
Los datos, según Asaja, reflejan “el esfuerzo que está haciendo el agricultor y ganadero de la provincia de León para modernizar sus explotaciones y hacerlas más rentables y competitivas, el esfuerzo para adaptarse a las nuevas tecnologías y el esfuerzo por tener explotaciones más sostenibles haciendo una mejor gestión del agua de riego con un ahorro considerable de la misma”.
La organización agradece esta línea de ayuda, pero aclara que el porcentaje real es más o menos la mitad del importe teórico. Añaden que es razonable que el IVA no se subvenciones, hay que aclarar también que la mayoría de los agricultores y ganaderos están en el régimen de módulos, por lo que no hacen balance trimestral con la Agencia Tributaria, limitándose a percibir un IVA compensatorio con la venta de los productos que es insuficiente cuando se hacen inversiones elevadas.
“El encarecimiento de las inversiones, sobre todo a raíz de la pandemia y en mayor medida todavía de la guerra en Ucrania, exigen un esfuerzo adicional a los profesionales del campo, que se enfrentan también a un encarecimiento de los tipos de interés que multiplica por 3,5 los que se pagaban hace tan solo dos años”, recuerdan.