Cáritas ha querido tener un gesto este jueves con más de 300 empresas que apoyan su labor en León y que ayudan a “hacer visibles a los que más nos necesitan”. “Se trata de un reconocimiento justo. La iglesia y Cáritas quieren hacer familia con estas empresas y agradecer su colaboración”, aseguró el obispo, Luis Ángel de las Heras. Son, según indicó, “empresas con corazón” que a lo largo de los tres últimos años han trabajado con la entidad para que programas como el de Formación y Empleo puedan cosechar buenos resultados. El acto, que se celebró en el Museo Diocesano y de Semana Santa, contó con la presencia de más de 80 de estos negocios.
La gerente de Cáritas, María Jesús Álvarez Vivancos, subrayó que son 235 las personas que desde el año 2021 han encontrado empleo gracias a un centenar de estas empresas “que han depositado su confianza” en la entidad y sus programas y que “han enviado ofertas de trabajo a nuestro servicio de intermediación”. “Son 235 familias las que han podido construir un proyecto de vida mediante un trabajo digno y estable”, advirtió. El obispo recordó, por su parte, que “el trabajo contribuye a la dignidad de la persona y a que todo el mundo pueda salir adelante con los recursos necesarios para poder vivir dignamente”, por lo que vio “justo” dar las gracias.
La directora de Cáritas, Aurora Baza, señaló también que “hay 66 empresas que han participado ofreciendo prácticas a nuestros usuarios y más de cien han contratado a personas que han sido preparadas por Cáritas”. Este reconocimiento era para todas ellas, pero también se hizo extensible a muchas más. Los proyectos específicos como Caminando Juntos, el Economato, y las iniciativas para la infancia “han tenido un impacto directo en la vida de jóvenes, mayores y familias”. Por ejemplo, el proyecto Caminando Juntos ha apoyado a 138 jóvenes de nueve centros educativos y 247 mayores de seis residencias de mayores, mientras que el Economato ha ayudado a 500 familias, alcanzando a alrededor de 2.000 personas. Los programas también han apoyado a 147 familias y 187 niños proporcionando material escolar. Además, se han organizado campamentos de verano para 54 pequeños. Estas iniciativas, advirtieron, han tenido un impacto significativo en la vida de los más jóvenes, brindándoles oportunidades de aprendizaje y diversión durante las vacaciones. También Moda Re, la iniciativa de recogida y donación de ropa, ha sido otro pilar fundamental, con 10 puestos de inserción laboral creados y más de 3.252 prendas entregadas a quienes más lo necesitan. Todos estos programas funcionan gracias a la colaboración que reciben. “Hay que ser agradecidos y este va a ser un pequeño gesto, pero sobre todo es un acto hecho con corazón, que es lo más importante”, dijo Baza.
María Jesús Álvarez Vivancos hizo hincapié en que “aproximadamente el 40 por ciento de las personas que finalizan la formación con prácticas encuentran trabajo a la finalización de este proceso, con lo que las empresas que nos ofrecen la posibilidad de coger a alumnos en prácticas están haciendo también posible que muchas personas en situación de dificultad se inserten en el mundo laboral”.
Respecto a los sectores, citó entre los más comunes el de la “limpieza, el trabajo como camarera de pisos o el sociosanitario, muy importante porque prácticamente el cien por cien de las personas que se forman en él encuentran trabajo por la alta demanda que hay”. El trabajo de almacén o en el sector de ventas también figuran entre los más habituales, aunque advirtió que siempre están abiertos a volcarse en “nuevas áreas de formación profesional en función de las demandas que nos presentan las empresas”. Muchas veces son ellas las que “directamente contactan con nuestro servicio de intermediación laboral”, aunque otras son ellos los que “cuando tenemos a personas que nos consta que están formadas, motivadas y que tienen ganas de trabajar contactamos con las empresas para decírselo y la relación de confianza que se ha ido consolidando a lo largo del tiempo hace que podamos funcionar de esta forma, bidireccionalmente”.
En cuanto a los perfiles de los usuarios, desde Cáritas señalaron que son “muy variados”. Las personas que acuden a la entidad “sufren dificultades muy grandes y diversas y también tienen perfiles profesionales muy distintos. Hay personas que abandonan sus países de origen con un nivel de formación alto y que cuando llegan aquí no pueden homologar sus títulos y tienen que repensarse su vida y formación para encontrar trabajo en otros sectores y también hay personas que tienen menos nivel de formación y que gracias a estos cursos dan sus primeros pasos para irse orientando laboralmente e ir buscando trabajo en sectores en los que creen que pueden desarrollar una carrera”.