En Carrizo, los actos propios de su carnaval no se celebran en un solo día, sino que abarcan un periodo de tiempo comprendido entre el inicio del año y la Cuaresma, cargado de eventos en unas fechas determinadas y con una nomenclatura especifica. Es destacable, como han resaltado varios eruditos, que muchos de estos actos, aun no siendo exclusivos de Carrizo en el pasado, han pervivido aquí como reliquias de los siglos XVIII y XIX.
La mascarada
Tres semanas antes del inicio de Cuaresma se celebra el ‘Domingo de Compadres’. Se trata de una reunión de grupos de amigos, vecinos o familiares, todos varones, en torno o con el pretexto de una merienda o banquete de hermandad. Dos semanas antes de la Cuaresma se celebra el ‘Domingo de Comadres’, similar al de compadres, pero en esta ocasión los actos son exclusivos para mujeres.
El viernes anterior al inicio de la Cuaresma tiene lugar el ‘Viernes Llardeiro’ en el que mozos y mozas se unen en comparsa, con una vestimenta particular: camisa y calzón blanco en lino o lienzo, faja a la cintura, colonias o cintas de seda cruzadas al pecho y sombrero de paja. El acto más importante que se celebra durante el viernes llardeiro es el canto del Tetumbo. Se trata de una composición poética de carácter satírico-burlesco, que narra de forma jocosa los avatares de vecinos, acaecidos a lo largo del año. En esta ronda por las calles del pueblo los mozos y mozas van acompañados del Carro de la Tarara, un carro de tracción animal que porta un monigote de mujer andrajosa al que se le realizan preguntas ora burlescas ora obscenas, las cuales son respondidas por su bailador.
El sábado anterior al inicio de la Cuaresma se desarrolla el ‘Sábado Fisolero’, denominado así por los dulces típicos de carnaval: fisuelos. Actualmente es el día grande de las fiestas en Carrizo. Se hace merienda campestre y salen los personajes más coloristas: guirrios, toros, gomia, el pellejo, gitanos, curas, militares… Este día es cuando un grupo de vecinos suelen realizar el acto conocido como “La Cuelga del Santo Antruejo”. El fin de fiesta lo pone la Fiesta de la Cernada. Con las cenizas del fuego que representa el fin del ciclo invernal y la llegada de la primavera.
El Domingo Gordo -domingo anterior a la Cuaresma- los niños participan en una piñata, en la que antiguamente se colgaba un gallo. En la actualidad el juego está amenizado con música para después, disfrutad todos juntos de un pequeño piscolabis y compartir risas y anécdotas. Al igual que el sábado que lo precede, salida por las calles de los personajes más característicos del Antruejo.
Martes de Carnaval: Merienda campestre en el lugar conocido como “Las Eras”. Los años de climatología adversa se trasladan a algún recinto público cubierto, sito en este mismo barrio de La Campaza. Uno de los más antiguos que se conservan de forma ininterrumpida el martes de carnaval es ‘El trago’. La Junta Vecinal hace entrega al cabeza de familia (de cada uno de los empadronados), de una cantidad de vino prefijada y previamente estipulada por la propia entidad. El importe corre a cargo de esta institución como se viene haciendo ininterrumpidamente desde el siglo XVII.
Personajes
El Antruejo en Carrizo de la Ribera se ha consolidado como una fiesta multitudinaria e interactiva donde el espectador participa y forma parte de esta, manteniendo así la esencia de una fiesta de tradición popular y ganándose el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Provincial. Cuenta con uno de los calendarios festivos más extensos de toda la península.
En su imaginario destacan los guirrios -con camisa y calzón blanco en lino o lienzo, faja a la cintura, colonias o cintas de seda cruzadas al pecho, además de cinturones con esquilas o cencerros, siendo el elemento más llamativo su tocado, mázcara.
Otro de los personajes es el Toro, compuesto por un armazón de listones de madera y costillas de mimbre cubiertos con una sábana blanca. Lleva una cabeza con cuernos de vaca o toro. No falta La Gomia, un personaje ancestral cuya cabeza es un cráneo de burro o caballo.
A ellos se suma ‘El hombre de la cancilla’, un grupo de chicos que portan la cancela o cancilla de cerramiento de un prado la cual recubren profusamente de zarzas, hiedras y vegetales enmarañados en general, y el Pellejo, un ser grotesco, a veces demoníaco y malintencionado, otras jocoso y burlesco que cierra el festejo, además de La Tarara, un pelele con forma de mujer, a la que se le cantan canciones.
Otros personajes de esta celebración son gitanos, curas, monjas, militares, madamos, otros “enzamarrados” con objetos de la más diversa índole.