En la última convocatoria -marcada por un controvertido examen de Ortografía que finalmente no se evaluó por su complejidad- se presentaron un total de 70.000 personas en busca de los 2.200 puestos que se adjudicaron. Este años se prevé que la cifra quede en 55.000. Solo algo más de 3.000 lograrán su objetivo. Una meta no exenta de esfuerzos y de un coste económico.
Así, de acuerdo con aspirantes a entrar en la Policía Nacional consultados por ABC, el primer paso se centra en preparar las pruebas físicas, que se celebraron en septiembre y de las que sale la primera criba. El entrenamiento en un gimnasio durante siete meses puede alcanzar una coste medio de 350 euros.
Un año en la academia
El principal desembolso de los opositores se produce en las academias que les preparan para las pruebas de Conocimientos y Ortografía. Para el primer caso se requieren una media de doce meses con un monto total para el bolsillo de los aspirantes de 1.320 euros (una media de entre cien y 120 euros mensuales en función de las academias). A esta cantidad se le suman otros 660 euros para la preparación de la prueba psicoténica.
En el caso de la prueba de Ortografía, la dificultad que entrañó en la anterior convocatoria ha puesto en guardia a los opositores, que para hacer frente a su preparación recurren a plataformas por internet que cuestan unos treinta euros mensuales. Estas aplicaciones permiten realizar simulacros con exámenes de años anteriores y realizar pruebas que van desde distinguir palabras que no son correctas o errores gramaticales y semánticos en las frases.
Desde «cascabel», «claraboya» o «biquini» hasta «carriño», «cián», «aruñar», «yuyo», «champurrear» o «diunvirato» son algunas de los términos que tenían que señalar como correctos o no los examinados en la prueba de la anterior convocatoria. Este año, los aspirantes a una de las 3.100 plazas de Policía Nacional se están familiarizando durante su estudio con términos como «bluyín», «meajuela», «pariambo» o «vanadio».
Al margen de gimnasios y academias, los libros necesarios para preparar el temario cuestan 150 euros, a los que hay que añadir los 14,95 euros que supone la tasa para inscribirse en las oposiciones.
Otro coste añadido son los viajes. Así, las pruebas físicas se pasan en Ávila, por lo que todos los aspirantes que no residan en la localidad castellana deben realizar un desplazamiento. Desde Valencia, sale un coste medio de doscientos euros, entre el viaje, el alojamiento y la manutención.
En el caso del reconocimiento médico y del psicoténico, los exámenes se celebran en Madrid, con lo que quienes lleguen de fuera de la capital de España han de asumir los costes del viaje. Otros 220 euros de media para asistir a cada una de las pruebas, en función de la distancia. Mientras, la prueba de Conocimientos solo se desarrolla en grandes capitales de provincia.