Ciencias Gastronómicas, a la 'caza' de alumnos por sus salidas locales

La ULE intenta salvar las "problemáticas" de una primera promoción con diez estudiantes, en una carrera compartida con Burgos y Valladolid

23/02/2025
 Actualizado a 23/02/2025
Las prácticas de los últimos cursos serán similares a las que realizan los alumnos de Ciencia y Tecnología de los Alimentos. | L.N.C.
Las prácticas de los últimos cursos serán similares a las que realizan los alumnos de Ciencia y Tecnología de los Alimentos. | L.N.C.

El primer curso del Grado en Ciencias Gastronómicas de la Universidad de León (ULE) avanza con algún contratiempo propio de un título de nueva implantación y con una decena de alumnos volcados en una formación compartida con las universidades de Burgos y Valladolid. Ubicada en la Facultad de Veterinaria del Campus de Vegazana, ha cubierto la mitad del cupo de estudiantes y ya prepara una campaña de captación de matrículas para el próximo curso.


Según explica a este periódico el vicedecano segundo de la Facultad de Veterinaria y coordinador de Ciencias Gastronómicas en la ULE, José María Fresno, está previsto realizar un acto de promoción del grado a lo largo del mes de abril para atraer a los alumnos que se examinen este año de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU). Esta jornada se desarrollará en la Escuela Municipal de Hostelería Carlos Cidón, en Las Ventas, donde los universitarios matriculados realizarán las prácticas a partir del segundo curso.


De este modo, para ver a los futuros graduados de la primera promoción en Ciencias Gastronómicas con mandil y gorro de cocinero habrá que esperar al próximo curso. En este primer año académico, la formación se está centrando en asignaturas más teóricas. Algunas de estas clases se desarrollan en un formato «híbrido», en la que los alumnos asisten presencialmente a un aula de la Facultad de Veterinaria, pero la docencia es impartida por los profesores en remoto, desde Burgos o Valladolid.


Según reconoce Fresno, este modelo de enseñanza está provocando «problemáticas» y alguna que otra queja de los alumnos que forman parte de la primera promoción. La «mayor preocupación» de los diez alumnos de Ciencias Gastronómicas es, por tanto, cómo «mantener la concentración» y sacar el máximo partido a la formación con este modelo de clases. «Es lo que nos piden los alumnos e intentamos mejorar para ir cambiando el sistema. Son problemáticas que surgen en un tipo de grado como este de nueva implantación, pero iremos aprendiendo de ella. Intentaremos solucionarlo en el segundo semestre y, sobre todo, el curso que viene», valora el coordinador del grado en la ULE.

La "mayor preocupación" de los estudiantes es cómo sacar el máximo partido al modelo "híbrido" de las clases


A la «complejidad» de implantar una nueva titulación se suma, en este caso, el carácter interuniversitario de la misma. Un modelo que, según los impulsores de este grado en el que la ULE ha trabajado durante años para su puesta en marcha, «requiere más adaptación por todas las partes».


Más allá de los fogones


Como se puede intuir por su nombre, este grado no ha sido concebido para competir con los módulos de cocina de Formación Profesional (FP). Desde el segundo curso de Ciencias Gastronómicas sí que hay prácticas en restaurantes o empresas de alimentación, sobre todo en un semestre completo del cuarto año, pero la materia se centra más «en los procesos químicos que hay detrás de la cocina».


Algunos de los alumnos proceden precisamente desde esos módulos de FP, con las asignaturas de cocina ya reconocidas. Sin embargo, estas clases se hacen necesarias para aquellos que llegan, a través de la PAU, desde el Bachillerato. De esta manera de las prácticas «en laboratorio» del presente curso, esta primera promoción pasará a familiarizarse con nociones de creación gastronómica, sumillería, atención al cliente o panadería en las instalaciones de la escuela ubicada en Mariano Andrés.

Imagen de archivo de una sesión práctica de Ciencia y Tecnología de los Alimentos. | L.N.C.
Imagen de archivo de una sesión práctica de Ciencia y Tecnología de los Alimentos. | L.N.C.


Según detalla su coordinador, las salidas de Ciencias Gastronómicas están más enfocadas a la investigación y al asesoramiento empresarial, como en el capítulo de un mejor aprovechamiento de los alimentos o a la hora de aunar gastronomía y patrimonio. También a la cocina, pero a aquella «más innovadora».


De hecho, la mención especial que oferta este grado en León es precisamente la de ‘gastronomía de vanguardia’ (en Burgos es la sostenible y en Valladolid es la saludable). Por ello, estos alumnos realizarán prácticas «similares» a los de Ciencia y Tecnología de los Alimentos, en colaboraciones que la ULE mantiene con restaurantes leoneses como Cocinandos, Kamín o El Buche.


El reconocimiento específico en ‘gastronomía de vanguardia’ de la ULE, que se concede en el cuarto curso, se dirige a la «alta cocina» y también a una pastelería y repostería de la máxima calidad. También, según indica Fresno, los alumnos tendrán asignaturas específicas para la selección de nuevos ingredientes, en unas materias «eminentemente prácticas», con tan solo un 20 por ciento de contenidos teóricos.

En abril se celebrará un acto de promoción de este grado que cuenta con una elevada empleabilidad local


En Burgos y Valladolid, el grado también arrancó con la mitad de las plazas disponibles. Es decir, con otra decena de alumnos en cada una de las universidades. Sin embargo, como en León, Ciencias Gastronómicas continúa aprendiendo de sí misma para seguir optimizando la formación que ofrece a sus alumnos.


Desde la ULE se lanzan ahora a la captación de alumnos para este nuevo grado a través de una campaña con la que se pretende que todos los leoneses sepan que tienen esta carrera a su alcance, disponible en Vegazana. En una ciudad en la que el peso de la hostelería, y de la gastronomía en general, es tan mayúsculo, Ciencias Gastronómicas se presenta como una alternativa a tener en cuenta de cara a sus posibles salidas laborales.
 

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