No es precisamente fácil nadar en la ciudad de León. Pese a las innumerables ventajas de practicar este deporte, pese a la gran cantidad de aficionados y de clubes que tienen que entrenar y competir en esta ciudad, las instalaciones municipales van sumando cada vez más incidencias, hasta el punto de que, desde este martes, tan sólo está abierta al público la del Hispánico.
La última en sumarse a la larga lista de cierres ha sido la de Salvio Barrioluengo, cerrada desde el mediodía de este martes tras no haber superado una de las revisiones periiódicas. Fuentes municipales aseguran que esperan que pueda reabrirse al público en tan sólo una semana, algo que se antoja complicado puesto que las averías en este tipo de instalaciones son complejas y llevan mucho tiempo para su recuperación.
Los saben bien los aficionados leoneses a la natación. que han visto cómo se han ido cerrando a lo largo de los útllimos meses prácticamente todas las piscinas municipales. El cierre definitivo por obras en la piscina de La Palomera, que no estará en meses, hizo que este año fuera especialmente caótico el proceso de matriculación para los cursillos de natación que se organizan desde la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de León, y que cuentan con gran cantidad de adeptos tanto entre los niños como entre los mayores. Al estar cerrada la piscina de La Palomera, se tuvieron que derivar casi todos los cursillos a la mencionada piscina Salvio Barrioluengo, en el barrio de El Ejido, cursillos que ahora quedan temporalmente suspendidos tras el último contratiempo.