Cinco años defendiendo las pensiones públicas en las calles de León

Como cada mes desde hace casi cinco años, llueva, nieve o achicharre el sol, la plataforma en defensa de las pensiones públicas en León se ha concentrado este lunes frente a la Casa Botines para reivindicar una mejora de sus condiciones económicas y, además, protestar por el desmantelamiento de la Sanidad Pública.

“Las pensiones mínimas, las no retributivas, las de viudedad… son pensiones que todavía no alcanzan el umbral de la pobreza”, han criticado los manifestantes para asegurar que sistema público de pensiones sí es sostenible y que debe haber dinero para “todos los servicios sociales”.

Así, durante la lectura del comunicado de la Comisión de la mujer han exigido que la pensión mínima se equipare a la subida del salario mínimo -1.080 euros netos-. “Hace cinco años, el salario mínimo estaba en 641 euros y estuvimos apoyando para que se subiera. Ahora, les pedimos a los trabajadores que se suban a nuestras mareas en las calles y plazas y exijan unas pensiones dignas para todas las personas para que podamos vivir de manera desahogada. Que no tengamos que pasar frío o hambre y que podamos asistir al cine o al teatro de vez en cuando", han explicado para subrayar su petición de que “la pobreza deje de tener cara de mujer”.

De igual modo, han subrayado “el peligro que corre la sanidad pública con los recortes que se han ido aplicando desde la crisis de 2008”. “Sólo hay que ver el aumento de las listas de espera”, han criticado.

Por todo ello, han lanzado un alegado en contra de la privatización de lo público. “Desde las administraciones autonómicas se han propiciado las privatizaciones y externalizaciones con la excusa de que es más barato, algo que no es cierto, como ha ocurrido como el nuevo hospital púbico de Burgos, adjudicado a un consorcio privado, y que ha costado casi diez veces más de lo presupuestado”, han afeado.

Finalmente, han dedicado unas palabras a la sanidad leonesa, protestando por los años de retraso que lleva la construcción de un Centro de Salud en Villaquilambre o la reconstrucción del que tenía el barrio de Pinilla. “Ese centro atendía a 21.000 personas, de cuatro ayuntamientos, León, San Andrés, Cuadros y Sariegos. Ahora son derivadas al hospital privado de San Juan de Dios”, concluyen con ironía.