Así lo explicó el presidente del Consejo de Cuentas, Mario Amilivia, durante una sesión plenaria en la que presentó a su homólogo en las Cortes las líneas maestras de un documento en el que figuran numerosos informes referidos a instituciones de la provincia de León.
En este sentido, destacan los centrados en el de análisis de la seguridad informática en los ayuntamientos de La Bañeza, Villaquilambre y Astorga, en la delicada situación contable de la Junta Vecinal de Navatejera o el de la situación económica y financiera de la Universidad de León.
También hubo informes referidos a eficiencia recaudatoria de las diputaciones de la comunidad y a la fiscalización de los servicios de asistencia técnica de las mismas y del Consejo Comarcal del Bierzo. Este último destacaba que la Diputación de León y el Consejo Comarcal del Bierzo no desarrollan actuaciones de concienciación y formación dirigidas a los cargos electos de los ayuntamientos para sensibilizar en el cumplimiento de las obligaciones de rendición de cuentas, aunque en el caso de la institución provincial dispone de algún procedimiento de control ante situaciones de riesgo en esta materia y el Consejo Comarcal tiene un mecanismo de seguimiento al respecto.
![](https://www.lanuevacronica.com/uploads/static/la-nueva-cronica/migration/imagenes/tinyMCE/memoria_consejo_cuentas.jpg)
Pero, más allá de la memoria, el Consejo de Cuentas tiene una página web con información actualizada sobre los municipios que han enviado sus números. Si nos ceñimos al balance de 2020, que es el que debería haberse remitido antes de que finalizase el pasado mes de octubre, son 27 los que a día de hoy no lo han hecho todavía.
Y dicha web permite echar la vista más atrás, por lo que el análisis del último lustro permite observar que hay un total de cinco municipios que llevan ya al menos desde 2016 sin presentar sus cuentas anuales. Se trata concretamente de Crémenes, La Pola de Gordón, Matallana de Torío, Sobrado y Cacabelos.
En todo caso, ya refiriéndose al conjunto de la comunidad, en la memoria de la institución que preside Amilivia se significa que, en un año especialmente difícil por las consecuencias de la pandemia, se obtuvieron unos índices de rendición de cuentas por las entidades locales "muy satisfactorios", ya que solo se vieron superados por aquellas comunidades que cuentan desde hace años con las disposiciones normativas de estímulo que también son solicitadas reiteradamente para Castilla y León por parte del órgano de control.