Estas son las primeras medidas del plan de ahorro y eficiencia energética aprobado por el Gobierno de España el pasado martes, que entra en vigor este miércoles y que no han conseguido agradar a todos los sectores económicos.
Comercio y hostelería cumplirán con estas nuevas medidas energéticas, aunque "últimamente todo son normativas, todos los meses tenemos algo nuevo que implantar", lamenta Paula Álvarez, gerente de la Asociación de Hostelería de León.
La representante de los locales hosteleros de la ciudad asegura que con este nuevo plan "la economía no se va a ver beneficiada" y que no incita al consumo. Algo que además, se suma, a que "este año la afluencia de turismo no está siendo la esperada". Cree que muchos de los clientes preferirán estar más a gusto en su casa o en su pueblo: "Nadie quiere ir a comer o cenar a un restaurante y pasar calor", afirma.
También cumplirán con las medidas los comerciantes de la capital porque "las leyes se hicieron para eso, aunque no nos gustan las maneras", sentencia Javier Menéndez, presidente de la Asociación Leonesa de Comercio (Aleco). Una sensación que mantienen desde el Consejo de Comercio de la Federación de Empresarios Leoneses (Fele), cuyo representante, Alfredo Martínez, considera que "no se ha consultado con el sector para nada".
Ambos están de acuerdo en que las medidas supondrán un gasto a mayores para aquellos establecimientos que tengan que hacer obra en las puertas o colocar un termostato a la vista, "y con muy poco margen de acción", añade Javier Menéndez. Además, lamentan haber estado "dos años con un frío horroroso porque había que ventilar por la pandemia, y ahora tenemos que cerrar las puertas. ¿Dónde está el equilibrio?", pregunta el presidente de Aleco.
No obstante, el sector del comercio leonés ya venía adaptándose al ahorro energético desde hace un tiempo. Afirman sentirse concienciados con la situación medioambiental actual, pero reconocen que lo hacen porque también "le conviene a nuestra factura", comenta el presidente del Consejo de Comercio de la Fele.
Menos seguridad
Las luces de los escaparates y edificios que no estén en uso tendrán que apagarse cuando caiga la noche, una decisión con la que tampoco están de acuerdo hosteleros y comerciantes. Representantes de ambos sectores coinciden en que esta nueva orden supondrá una merma de seguridad en las ciudades que estarán, en general, menos iluminadas "y durante más horas en invierno", puntualizan desde la Fele.
Asimismo, los comerciantes apuntan a que este hecho también significará una reducción en sus beneficios. "Sabemos que lo más importante para vender es primero el escaparate y después la luz", explican desde Aleco.