Elobjetivo deMina Verde es convertir estas antiguas instalaciones mineras en un destino turístico inteligente pero, ¿qué es destino turístico inteligente? Un destino turístico innovador, consolidado sobre una infraestructura tecnológica de vanguardia que garantiza el desarrollo sostenible del territorio, accesible para todos, que facilita la interacción e integración del visitante con el entorno e incrementa la calidad de su experiencia en el destino y mejora la calidad de vida del residente. Eso sí, desde el Consistorio defienden que «debe ser una manifestación de la identidad cultural, de lo contrario pierde su principal riqueza; es una carta de presentación al cliente, debe ser capaz de expresar como somos y de transmitir lo mejor de nosotros mismos; los destinos turísticos deben ser fieles, así mismos, por eso los paisajes, la gastronomía, las costumbres, la arquitectura; y deben destacar por la singularidad».
En el preámbulo del proyecto se explica que el municipio de La Pola de Gordón «ha desarrollado más de 120 años de actividad minera se ve inmerso en una gravísima crisis socioeconómica. A lo largo del S. XX La Pola de Gordón contribuyó al desarrollo de nuestra provincia y del País aportando la energía necesaria para la industria, el carbón. Ha perdido el 40 % de su población en 25 años (datos obtenidos del INE) y a día de hoy no se han restaurado las huellas de esa actividad minera que ha modificado severamente el paisaje y por tanto limita su desarrollo socioeconómico y su diversificación».
El proyecto
El proyecto Mina Verde se plantea en la zona de la antigua explotación de carbón ‘Ciñera’, de la Hullera Vasco-Leonesa, en el entorno del Pozo Ibarra y consta de tres ámbitos relacionados. El primero es la construcción de una estructura-invernadero en la que se recrearían dos ambientes: un ecosistema subtropical de la región macaronésica y la recreación del ambiente del carbonífero, retomando la idea del Museo de la Energía de Ponferrada. Se enlaza con el pasado de esta zona, cuando se empieza la formación del carbón que se ha explotado hasta el momento actual, de su abandono. El segundo bloque se centra en la restauración de las construcciones del entorno del Pozo Ibarra, Bien de Interés Cultural, y del propio castillete. Desarrollo de todo un módulo de recuerdo de la minería del carbón, la historia de la zona y de la Hullera; y el desarrollo de un ‘circuito minero’. El tercer ámbito de actuación sería la generación de una zona ajardinada al aire libre representativa de la vegetación y climatología local.
Acompañando a estos equipamientos principales se proyecta un conjunto de áreas accesorias como acceso y aparcamientos; recepción de visitantes; tienda; restaurante; parque de aventuras; centro de exposiciones y proyecciones; formación e investigación; unidad de administración; área sanitaria y de emergencias; área de mantenimiento; unidad de apoyo a trabajadores, becarios y voluntarios; y albergue.
Asimismo, se indica que funcionalmente el proyecto implica el desarrollo de múltiples programas o áreas de trabajo, comenzando por los cinco ejes definitorios de un destino turístico inteligente. Por ejemplo: programa de formación (jardinería tropical, manejo de suelos, trabajos en altura, cocina, agroecología…), programa de educación ambiental y voluntariado , programa de investigación, programa de apoyo y desarrollo diseñado para y por los trabajadores del centro, y programa de participación e integración social (centros educativos, universidades, profesionales, centros de investigación; compra de productos a productores cercanos; promoción del cultivo orgánico y de pequeñas unidades de producción; talleres de ideas; desarrollo de proyectos en el pozo aunque no tengan que ver con él directamente pero que los inspiren, programa de becas y apoyo…).
Inspiración
La Mina Verde tiene sus orígenes en otras iniciativas similares en las que desde La Pola de Gordón se han inspirado como el proyecto Edén de Cornualles (Inglaterra) o el proyecto Tropicalia en el norte de Francia.
El proyecto Edén de Cornualles (Inglaterra) es la combinación de horticultura, ciencia, arte y arquitectura en una antigua mina de arcilla en Cornwall, Reino Unido. Este ambicioso proyecto de recuperación ambiental está constituido por cinco esferas geodésicas similares a burbujas que albergan tres ambientes denominados biomas que están unidos entre sí.
Otra referencia es el proyecto Tropicalia, en el norte de Francia. Situado en Pas-de-Calais, Francia, Tropicalia desarrollará un área de 20.000m² con una cúpula que albergará en su interior un bosque tropical, playa de tortugas, una piscina para peces amazónicos y un sendero interior para caminar de un kilómetro. El bioma tiene como objetivo ofrecer un ‘refugio armonioso’ donde los visitantes se sumergen inmediatamente en un entorno aparentemente natural bajo un solo techo abovedado.
Fue declarado BIC en 2011 con categoría de conjunto etnológico
El conjunto histórico del Pozo Ibarra fue declarado BIC en 2011 con categoría de conjunto etnológico. Las explotaciones conocidas como Grupo Ciñera o Pozo Ibarra, según recoge la declaración, «constituyen un conjunto industrial extractivo del carbón en pozo y galería, testimonio de la cultura y de las formas de vida de un pueblo, cuya actividad ha generado una transformación importante en la fisonomía del lugar». De entre el conjunto de edificios que componen el complejo, «destaca indudablemente por su singularidad y representatividad tipológica, el castillete y ascensor de bajada a la mina, en uso hasta hace 14 años, formado por una estructura de hierro, que se enmarca en la tradición de las estructuras metálicas roblonadas de finales del siglo XIX».