Estuvo a punto de ocurrir en septiembre, pero finalmente ha habido que esperar a octubre. La compraventa de vivienda supera por primera vez en la provincia de León los datos de 2007, el año previo a que se desatase la crisis financiera que acabó derivando en el pinchazo de la burbuja del sector inmobiliario.
Es el principal titular que dejan los datos publicados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que sitúan en 651 las transmisiones de derecho de la propiedad correspondientes a viviendas registradas durante el mes de octubre en la provincia de León. Esto supone un incremento de un 77,9% con respecto a las 366 registradas a lo largo del mismo mes del pasado año y supera con holgura las 527 correspondientes al de 2007.
El dato conocido este lunes deja además una media de 21 compraventas cada día, dato sensiblemente más alto que el referido al que se obtiene si se tienen en cuenta los diez primeros meses del año, que siguen dejando un balance global que aún es claramente inferior al de 2007.
Concretamente, entre enero y octubre se comercializaron en la provincia de León 4.271 viviendas, lo que supone un promedio de 14 cada día y un incremento del 18,3% en comparación con las 3.610 del mismo periodo del pasado ejercicio, siempre según el análisis de los datos que proporciona el INE. Pese a esta clara tendencia al alza y al máximo histórico del mes de octubre, los diez primeros meses del año acumulan un dato que está por debajo de las 6.708 transacciones inmobiliarias referidas a viviendas que se registraron en el mismo periodo de 2007.
La causa de esta tendencia al alza hay que buscarla en la mayor demanda de vivienda, que ha hecho que las grúas estén volviendo a zonas como La Lastra, pero fundamentalmente en el cambio de tendencia del euríbor, que es el índice de referencia para fijar los intereses incluidos en la inmensa mayoría de los créditos hipotecarios que se suscriben a tipo variable. Este indicador –que llegó incluso a estar en negativo– había emprendido su escalada a mediados del año 2022 como consecuencia de las medidas adoptadas por el Banco Central Europeo para poner freno a la crisis inflacionista, pero por aquel entonces no llegaba aún al 1%.
Sin embargo, hace un año superaba ligeramente el 4% y eso provocó que el mercado inmobiliario se resintiera. El encarecimiento de las hipotecas hizo que se frenase una tendencia al alza que –sin tener en cuenta el año de la pandemia– había comenzado en 2015 con la recuperación económica y gracias unos tipos de interés muy bajos y a la poca rentabilidad que daba por tanto el dinero a plazo fijo, lo que hizo que muchos ahorradores volvieran a invertir en ladrillo y contribuyesen a aumentar el parque de viviendas el alquiler. Y es un escenario que se está recuperando ahora, cuando la inflación está más moderada y el Banco Central Europeo está rebajando los tipos de interés.