La Audiencia Provincial de León ha condenado a seis años de cárcel a un hombre que el 11 de octubre de 2022 esperó a su expareja de madrugada en las inmediaciones de su domicilio tras haber coincidido en varios locales de ocio nocturno. Allí inició una discusión con ella que continuó en calles aledañas a las de la vivienda, ubicada en León capital. En la sentencia, como hechos probados, se recoge que la mujer “de manera reiterada” le dijo que no quería hablar con él “ni estar en su compañía” y le pidió que “la dejara tranquila”.
En un momento dado, aprovechando que se encontraban delante del vehículo del acusado, este la amenazó diciéndole “¿a que te meto en el maletero?”, “la agarró del pelo y la empujó” y después la cogió en brazos, la puso a hombros y la introdujo en el maletero contra su voluntad, mientras ella “gritaba y pataleaba”. Cerró el habitáculo y le quitó el teléfono móvil “para que no pudiera comunicarse ni pedir ayuda a nadie” y condujo por la ciudad alrededor de 30 minutos “a pesar de que la perjudicada daba golpes con el propósito de salir”.
El fallo explica que en su intento “consiguió accionar una palanca y plegar los asientos traseros del vehículo” y colocarse en la parte de atrás del coche, a lo que el acusado, sabiendo que “no iba sentada ni con el cinturón de seguridad puesto”, respondió acelerando y frenando “bruscamente”, por lo que la mujer “salió disparada y se empotró contra el salpicadero”, sufriendo varias lesiones por el golpe Entonces le pidió “que la llevara al hospital o que parara el vehículo y la dejara bajar”, pero el acusado la llevó a su propio domicilio, donde se limpió las heridas y la sangre, “le obligó a cambiar la sudadera y la camiseta que llevaba”, manchadas de sangre y le impidió “pedir auxilio a la policía o comunicarse con su familia”, ya que seguía teniendo su móvil en su poder.
Logró salir de la cada aprovechando que el acusado se fue a otra estancia y se “refugió” en una gasolinera cercana, desde la que la policía la trasladó al Hospital para que pudieran tratar sus heridas. El hombre, que se encontraba en prisión provisional comunicada y sin fianza por estos hechos desde el 12 de octubre de 2022, ha sido ahora condenado a seis años de prisión a razón de cuatro años y seis meses por un delito de detención ilegal y un año y seis meses por conducción temeraria en concurso con un delito de lesiones imprudentes.