¿Qué supone para la Reserva de la Biosfera de los Valles de Omaña y Luna está nominación? La gestora de la Reserva de la Biosfera de Omaña y Luna, Natalia Castro, hacía una valoración para La Nueva Crónica explicando que ésta reserva "será la encargada los próximos años de coordinar, junto con la Unesco y el Centro de Investigación de Ciencias Ecoambientales de la Academia China de Ciencias, el trabajo de la Red Mundial de Reservas de Biosfera de Montaña". Algo que, indicaba, "es un honor para nosotros y, sin duda, un gran reto que asumimos con la seguridad de contar con instituciones y personas que nos ayudarán a sacar el trabajo adelante".
Coloca a este territorio no solo en el mapa mundial, lo sitúa en el centro de la toma de decisiones Esta nominación conlleva una nueva tarea. "El trabajo en red que se va a desarrollar pondrá en valor la importancia de los territorios de montaña para enfrentar los desafíos del cambio climático global", detallaba Natalia Castro, quien recordó que los objetivos principales son "aumentar la investigación en las reservas de biosfera de montaña y las aplicaciones de los conocimientos científicos y autóctonos/locales para mejorar la gestión de los lugares; promover la investigación ‘para’ las reservas de biosfera de montaña, en lugar de ‘en’ las reservas de biosfera de montaña; y apoyar los intercambios de conocimientos científicos y locales para favorecer las decisiones basadas en la ciencia y facilitar la gobernanza adaptiva de las reservas de biosfera de montaña".
¿En qué repercutirá este nombramiento al territorio de la Reserva de la Biosfera de Omaña y Luna? La gestora de esta Reserva de Biosfera, aseguró que en primer lugar, supone "colocar este territorio no solo en el mapa mundial sino que nos sitúa en el centro de la toma de decisiones en cuanto a la organización de los trabajos de la red y nos permite actuar de conectores entre más de 400 reservas de biosfera en todo el mundo". En segundo lugar, apostillaba, "el trabajo de comunicación entre reservas de la biosfera y desde la red hacia la opinión pública, nos dará la ocasión de visibilizar las buenas prácticas que se desarrollan en estos territorios, las maravillas naturales y la riqueza cultural que atesoran y, sobre todo, las actividades humanas que dan sentido a estos laboratorios de sostenibilidad en los que cada día se demuestra que la convivencia entre hombre y naturaleza son posibles". Finalmente, este nombramiento supondrá "el desarrollo de eventos, presenciales y online que se programen en la red, será parte de nuestro trabajo y, sin duda, una oportunidad para acercar personas de todo el mundo a nuestro territorio".
La Cordillera es la región del mundo con más reservas y aún tiene un gran potencial turístico a desarrollarAsí, durante el primer trimestre de 2022 estarán inmersos en la elaboración del plan de trabajo para los próximos tres años y, a partir de abril de 2022, podrán ir avanzando la programación de cursos, congresos, estancias, intercambios, etc. que se desarrollarán en las sedes de las secretarías técnicas.
Para terminar, Natalia Castro, hacía referencia a la celebración este pasado fin de semana del Día Internacional de las Montañas con el lema: El turismo sostenible en las montañas. "Este será otro de los grandes retos a asumir: la Cordillera Cantábrica es la región del mundo con más reservas de la biosfera y una de las zonas con mayor biodiversidad de Europa y aún tiene un gran potencial turístico a desarrollar. También es una de las zonas más despobladas de España".
Las posibilidades de futuro son grandes, por ello la gestora de Valles de Omaña y Luna desea que "ojalá desde la Red Mundial de reservas de Biosfera de Montaña podamos encontrar caminos para desarrollar actividades económicas sostenibles que permitan mantener proyectos de vida en estos territorios".
Dos grandes valles y seis municipios
La Reserva de la Biosfera de los valles de Omaña y Luna, que incluye los municipios de Los Barrios de Luna, Murias de Paredes, Riello, Sena de Luna, Soto y Amío y Valdesamario, está conformada por unos valles que son el resultado de un sistema agropecuario que se estableció básicamente en la Edad Media y que se mantuvo en funcionamiento hasta mediados del siglo pasado, y que consistía en asociar a cada núcleo habitado, terrenos dedicados a pastizales, bosques para abastecimiento de madera y tierras de cultivo. En la Reserva habitan especies en grave peligro de extinción como el oso pardo y el urogallo. En la actualidad, el turismo rural, el ecoturismo, la ganadería, la apicultura y el aprovechamiento de recursos botánicos en cosmética están tomando fuerza como motores de desarrollo.