El Ayuntamiento de La Robla ha mostrado de forma explícita su apoyo a La Robla Green como un proyecto integrado de producción de energía y combustibles verdes ubicado en el polígono El Crispín e impulsado por la compañía Reolum. Formado por dos grandes instalaciones punteras -Roblum, primera planta de generación de energía verde en el mundo con balance negativo en CO2 y La Robla Nueva Energía, primera planta de e-metanol verde a nivel mundial con producción simultánea de energía eléctrica verde-, se trata de una inversión que supera los 600 millones de euros, encontrándose actualmente en fase de estudio, por parte del BEI, para aprobar una financiación de 190 millones de euros por parte de dicha entidad.
A través de un comunicado, defiende este proyecto integrado que "nace con la intención de dar respuesta a una demanda de nuevos planes de negocio de la zona ligados a la nueva economía verde y al objetivo común de frenar el cambio climático". Además, valora especialmente la creación de empleos que va a suponer: 450 puestos de trabajo, durante 3 años, en la fase de construcción (que está previsto que comience en el último trimestre de este año) y 210 en la fase de operación, de los cuales 120 serán industriales y los otros 90 relacionados con la actividad derivada de la biomasa. Además, señala, La Robla Green aportará aproximadamente 16 millones de euros anuales de ingresos para el sector agrícola y logístico. "Todo ello supone un fuerte espaldarazo para un municipio incluido en el Plan de Transición Justa y que defiende cada día, con cada proyecto, que La Robla es un buen lugar para trabajar e invertir".
Un impulso económico
El Ayuntamiento remarca que, a todo esto, hay que sumarle un objetivo fundamental para las empresas impulsoras: revitalizar el municipio de La Robla, declarado Zona de Transición Justa, que ha visto cómo su población y su crecimiento económico han ido cayendo desde el cierre progresivo de la minería y el desmantelamiento de la antigua central térmica.
Este proyecto, que calcula el inicio de su construcción en el segundo semestre de 2024 y su puesta en marcha tres años después implicará una inyección económica a partir de la generación de empleo y la repoblación de una zona castigada, que ha perdido hasta el 35% de su población en los últimos años.
Uso del agua
Comenta el Ayuntamiento que, si por algo destaca La Robla Green es por su compromiso con la sostenibilidad y el uso inteligente de los recursos naturales. «Es importante señalar que estamos ante un proyecto verde que, en ningún caso, recibirá autorización alguna sin un estricto cumplimiento de la normativa o de lo exigido por parte de las autoridades competentes en cada una de las diferentes fases».
En este sentido, en el comunicado se indica realizará, en todo momento, una utilización responsable del agua; no en vano es una zona tradicionalmente acostumbrada a un uso industrial de este recurso por la antigua central térmica hoy desmantelada. "La concesión planteada por el proyecto actual equivale a solo un 28% de la de entonces, lo cual supone un dato relevante a tener en cuenta y que avala, una vez más, el objetivo sostenible del proyecto".
Asimismo, se argumenta que Transición Justa prioriza, por la ley del Cambio Climático, la concesión de agua a industrias que se implanten en la zona, respetando la prelación de la Ley de Aguas y contribuyendo a marcar un punto de inflexión en la actual situación de decadencia económica de algunos territorios que, como la comarca de La Robla, están situados en zonas de cierres de centrales térmicas y empresas mineras. Es por ello, ha subrayado el Ayuntamiento, que «pedimos a las instituciones y entidades particulares que apoyen este proyecto que puede ser vital para el resurgir de toda la montaña central leonesa».