La historia de este centro se remonta al año 1966, cuando a iniciativa de la Diócesis de Astorga se pone en marcha el proyecto que, a principios de 1968, recibía a sus 16 primeros usuarios con edades de entre seis y 22 años. Aquellos niños y adolescentes hoy son personas mayores que llevan más de medio siglo en este complejo, su hogar. El envejecimiento de estas personas y de las que sucesivamente han ido ampliando esta gran familia que hoy acoge a más de 200 personas, entre usuarios y trabajadores, ha obligado a adaptar el entorno y la atención que se presta. Las discapacidades se han agravado y la dependencia de una buena parte de sus usuarios se ha incrementado, señalan desde la institución provincial.
En todo caso, el espíritu del centro sigue siendo el mismo que el primer día: avanzar en la inclusión social de las personas con discapacidad intelectual, trabajar por la visualización e integración de este colectivo y promover su desarrollo integral con actividades personales, laborales y sociales que fomenten su autonomía personal y mejoren su calidad de vida.
Cosamai compagina la atención residencial con el centro ocupacional. De los 113 usuarios que residen en el complejo, 39 lo hacen de forma permanente, es decir, los 365 días al año; 20 salen unas tres o cuatro veces al año para pasar algún puente con sus familias; 16 se marchan a sus domicilios familiares un fin de semana de cada dos, y 38 residen en el centro de lunes a viernes. De acuerdo a sus necesidades y nivel de autonomía, están distribuidos entre cinco pabellones de viviendas y un piso de vida independiente.
Además, actualmente se trabaja en un nuevo edificio adaptado de una planta que contará con 60 habitaciones, en su mayoría individuales, con el que la institución provincial pretende dar respuesta a las necesidades de los usuarios permitiendo prestar una mejor asistencia.
Actividades
Los residentes, subraya la Diputación, están atendidos en todo momento por personal profesional, con el que trabajan el desarrollo de competencias en las labores de la vida diaria, en informática, en habilidades sociales o en la gestión de emociones. Además, como una gran familia, conviven, comparten el tiempo libre y disfrutan del ocio con actividades como la hidroterapia, el teatro o el deporte.
Del mismo modo, los residentes participan en los talleres ocupacionales que se desarrollan en el centro de día, salvo aquellos que por su situación médica no pueden o los que trabajan en empresas externas, como es el caso de dos de los usuarios de Cosamai. A estos talleres asisten también personas que no están en régimen de residencia.
En total, 126 personas se reparten entre los talleres de cartonaje, cerámica, encuadernación, estampación, jardinería, madera, manipulados y jabones, además de los talleres de atención individualizada que se ponían en marcha hace alrededor de un año para adaptar las labores a las capacidades de los usuarios de más edad o con mayor deterioro cognitivo.
Los productos generados en estos talleres cubren las demandas que llegan desde la Diputación de León u otras administraciones, como el Ayuntamiento de Astorga, de empresas de distintos puntos de la provincia o incluso de la comunidad y de particulares que realizan encargos al centro. Así, en Cosamai se producen cada día trofeos, cajas de envasado, jabones, producto envasado y etiquetado, astillas de madera, libros o infinidad de detalles de regalo o decorativos que reconocen y exportan el empeño y el esfuerzo que los usuarios ponen en sus quehaceres diarios, además de dar a conocer el trabajo que se realiza en este centro. A cambio de estas labores, los usuarios reciben una pequeña paga mensual que les sirve de estímulo.
Competencias impropias
La Diputación de León mantiene el compromiso con los cuatro centros asistenciales que gestiona (Cosamai, Nuestra Señora del Valle, Sagrado Corazón y Santa Luisa), a los que dedica 19,5 millones en su presupuesto, a pesar de no tener la competencia oficial en esta materia. Para la institución provincial constituye “un orgullo poder ofrecer a las personas de la provincia de León con necesidades de atención especializada y a sus familias estos recursos públicos dedicados a mejorar el bienestar y el desarrollo de sus usuarios con una atención profesional, integradora y entregada”. La diputada responsable del área, Carolina López, pone de relieve el valor que estos centros aportan a la provincia y el enorme trabajo que lleva a cabo su personal, del que destaca la implicación, el respeto y el cariño con el que guía a esta gran familia.