La Universidad de León (ULE) sigue cosechando talento año tras año con la llegada de las nuevas generaciones a la variedad de carreras que se ofertan en la institución. Lucía Llamazares, Andrea Palacio y María García, tres alumnas vinculadas al programa formativo inspiracional STEM Talent Girl León desde su etapa en la ESO, han logrado aclarar su futuro académico gracias a las ‘masterclass’ y las experiencias compartidas los últimos cinco años con mentoras y profesoras de la ULE para convencerse de que «con esfuerzo y dedicación podías llegar hasta donde te propusieras».
Lucía y Andrea se han decantado por cursar estudios de Biotecnología, mientras que María se ha inclinado por la Ingeniería Aeroespacial, todas ellas en la Universidad de León. Con el propósito de derribar barreras de género y fomentar el interés por carreras de ciencia, tecnología, ingeniería, emprendimiento y matemáticas, el programa STEM Talent Girl León, impulsado por la Fundación ASTI y la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León, en colaboración con la Universidad de León, ha sido el catalizador de las historias de éxito de estas tres jóvenes universitarias leonesas que ya compatibilizan sus estudios universitarios con otro nivel de trabajo dentro del programa STEM Talent Girl, el denominado ‘Real Work’.
"Ha sido una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida, a mí la carrera me encanta"
"Me enamoré del laboratorio"
Andrea Palacio Vega, estudiante de segundo de Biotecnología, recuerda que se unió al programa sin tener claro qué estudiar «aunque siempre me ha gustado aprender, iba a todas las charlas y actividades a las que podía y en una sesión de ‘Shadowing’, donde asistías al lugar de trabajo de una mujer STEM y te enseñaba lo que hacía, estuve en Veterinaria y me enamoré del trabajo de laboratorio. Poco más tarde en clase dimos Genética y supe qué era lo que quería hacer», explica esta joven que ahora participa al igual que sus compañeras en la fase de ‘Real Work’ donde tiene charlas mensuales con una mentora y vislumbra la oportunidad de realizar prácticas en empresa.
La participación en una Olimpiada Matemática hace seis años llevó a María García Gómez, estudiante de primero de Ingeniería Aeroespacial, a conocer el programa. «Una compañera de la olimpiada me contó lo que hacían y al siguiente año me apunté» recuerda esta alumna llegada del Bierzo que ha participado activamente en todas las ediciones STEM. Aunque tenía claro que quería estudiar Aeroespacial, el programa le ha proporcionado inspiración y oportunidades únicas para explorar su interés en la ciencia. «Valoro el programa muy positivamente, he aprendido un montón y he tenido la oportunidad de realizar dos proyectos de investigación dirigidos por mentoras del programa».
La profesora de Matemáticas en 3º de la ESO fue quien puso en la senda del programa STEM Talent Girl a Lucía Llamazares Tascón, alumna de segundo curso de Biotecnología, quien por entonces no tenía claro qué estudiar aunque admite que siempre le ha entusiasmado la ciencia. Su paso por los tres niveles del programa –‘Science for Her’ para chicas de 3º y 4º de ESO, ‘Mentor Woman’ para alumnas de Bachillerato y ‘Real Work’ para universitarias- la llevaron a descubrir cómo «con esfuerzo y dedicación podías llegar hasta donde te propusieras, las charlas de mujeres referentes en la ciencia me inspiraron para esforzarme al máximo y nunca rendirme, dar siempre lo mejor de mí».
"He tenido la oportunidad de realizar dos proyectos de investigación junto a mentoras del programa"
Descubrir nuevos horizontes
Durante su etapa de Bachillerato, además de charlas disfrutó de una mentora «que te ayuda a encaminar tu futuro y descubrir lo que te gusta». Primero estuvo con una mentora vinculada a Ciencia y Tecnología de los Alimentos, la carrera que inicialmente quería estudiar ella, con quien realizó un proyecto de investigación sobre la dieta de los estudiantes de Bachillerato. El siguiente año su mentora trabajaba en la industria alimentaria y, aunque Lucía Llamazares seguía pensando en estudiar la carrera de Tecnología de los Alimentos, el haberse adentrado en distintas ramas de la ciencia la llevó a tener dudas tres meses antes de la EBAU. «Fue entonces cuando mi profesora me recomendó hacer Biotecnología, lo consulté con mi mentora y ella me ayudó a decidir lo que finalmente haría. Ha sido una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida, la carrera me encanta».
En su primer año en la universidad e inmersa en el ‘Real Work’, Lucía Llamazares realizó un proyecto de investigación dentro del Área de Ecología sobre los efectos de las altas temperaturas en los incendios sobre las semillas de especies de pinos. Ahora su objetivo en los próximos años de carrera es «escoger mentoras de diferentes campos de la ciencia, para ver cuál de ellos me gusta más». Cuando termine, le gustaría quedarse en la universidad como investigadora o trabajar en alguna empresa biotecnológica, porque si algo tiene claro esta joven biotecnóloga tras pasar por el programa STEM es que quiere dedicar su vida a la ciencia y seguir descubriendo nuevos horizontes.