También recuerdan la cifra anual de rotaciones en hospitales y centros de salud para la realización de prácticas de formación, que alcanza los 600 alumnos. El presidente del Colegio de Enfermería de León, José Luis Blanco Valle, señala que, «de incrementarse estos datos se verían desbordados los centros asistenciales, lo cual redundaría en una inadecuada formación práctica».
Por su parte, la decana de la Facultad de Ciencias de la Salud, María Nélida Fernández Martínez, ha redundado en la misma idea, al señalar que la ULE, entre sus Campus de León y Ponferrada, oferta todos los años 150 plazas de nuevo ingreso para el Grado en Enfermería. «Este número está adecuadamente ajustado para que los estudiantes reciban una formación práctica de calidad en los centros sanitarios que existen actualmente», dice. A su juicio, incrementar el número de alumnos con la misma capacidad de los centros sanitarios, iría en detrimento de la formación, «por lo que no podemos estar de acuerdo con la implantación del título por parte de esa universidad privada».
El Satse destaca que en estos momentos el paro ha subido al 14%, «cuando lo normal es que no alcance el 8%». De esta forma, el presidente del Colegio de Enfermería de León, José Luis Blanco, añade atendiendo a estas cifras que «estamos hablando de que la crisis económica no está en su momento álgido, como en años anteriores, y las cifras reflejan que la situación de la provincia no consigue estabilizar este sector profesional, ya que hay en el paro sobre 400 profesionales, por lo que entendemos que sería una contradicción promover un proyecto de esas características». Empobrecimiento de sueldos, mayor carga de trabajo y otras situaciones negativas dentro del organigrama actual de la sanidad provincial haría de este hipotético nuevo escenario un acicate clave para el desajuste formativo.
En este sentido, apuntan que en la práctica totalidad de las provincias de la comunidad hay facultades de Enfermería, con lo cual, «estamos en este momento bajo una situación límite con respecto a la demanda», señalan desde el sector sanitario leonés.
Blanco Valle cree que estas universidades privadas tienen un gran número de grados y no comprende por qué razón hay que duplicar unos estudios que ya existen y están totalmente consolidados en número, formación y alto nivel de cualificación. «Lo más lógico sería en todo caso que introduzcan titulaciones que no haya en León y que no golpeen contra sectores asentados, como es el caso de la enfermería leonesa».
Por otra parte, desde el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla y León, José Luis Morencia también se suma a esta denunciay asegura que «otra universidad privada en la comunidad supondría un peligro para la supervivencia de las universidades públicas que sufragamos con nuestros impuestos», y apunta que «nuestra profesión tiene una abrumadora descompensación entre oferta y demanda».
Una nueva inclusión, dice, afectaría directamente a las matriculaciones y a la inversión pública en la Facultad de Ciencias de la Salud de Ponferrada, así como al resto de universidades.
Morencia Fernández asevera que «el panorama formativo en la comunidades desolador, con apenas una creación de 150 puestos de trabajo en la sanidad pública desde el año 2000.
Silván pide cautela
Por su parte, durante un desayuno informativo en Madrid, el alcalde de León, Antonio Silván se mostró cauto al recordar que «en León estamos muy escarmentados de proyectos que se han lanzado, que luego no han cuajado y que generan desasosiego en la población». En todo caso, dijo que «ningún leonés» debe oponerse a ningún proyecto «que genere inversión y empleo», y que cuando le trasladen el proyecto, «si es que se presenta», lo estudiará.
«En otras ciudades conviven perfectamente lo público y lo privado, no solamente en la educación», dijo el regidor de León , y aseguró que la Junta es «absolutamente receptiva» a cualquier proyecto.