La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (Csif) urge al Ministerio de Sanidad y a la Junta de Castilla y León medidas para incentivar la cobertura de médicos de familia. Además, demanda una reflexión y análisis sobre la formación y la situación laboral de esos especialistas sanitarios. La exigencia de Csif llega tras conocerse que la ‘repesca’ del MIR (Médico Interno Residente) ha dejado sin cubrir 47 plazas de Medicina Familiar en Castilla y León, la cuarta parte (24,7 por ciento) del total asignado en la Comunidad y el 19 por ciento de las plazas desiertas que han quedado en España (246).
Asimismo, las vacantes sin cubrir en Castilla y León se concentran en las provincias de Burgos con 21 plazas, cuatro en el área de Burgos, once en la de Aranda de Duero y seis en la de Miranda de Ebro; Soria (once); León (siete), una en León y seis en Ponferrada; Zamora (cinco); y Valladolid, con tres plazas en Medina del Campo. En la provincia de Soria se han quedado sin cubrir el 73 por ciento de las plazas, once de 15; en las áreas de Salud del Bierzo y de Aranda de Duero el 67 por ciento, seis de nueve; en Miranda de Ebro el 52 por ciento, once de 21 plazas; en Medina del Campo el 50 por ciento, tres de seis; y en el área de Burgos y de Zamora el 36 por ciento, cuatro de once y cinco de 14, respectivamente.
En un comunicado, Csif alertó de nuevo «de la falta de interés que muestran los nuevos médicos por trabajar en la Atención Primaria de Castilla y León, al no encontrar alicientes suficientes». A la «dispersión geográfica» de la comunidad y los «hándicaps de trabajar en un entorno rural más aislado», se suman a su juicio las «precarias y desmotivadoras» condiciones laborales, el exceso de carga de trabajo en la asistencia y la gestión burocrática, la falta de incentivos por ocupar puestos de difícil cobertura, o los menores salarios que se ofrecen en otras comunidades vecinas.
Al respecto, el responsable del sector de Sanidad de Csif Castilla y León, Enrique Vega, también apunta otros motivos de ámbito general, como la falta de reconocimiento de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, o las limitaciones que aportan los centros de salud a jóvenes que acaban de salir de la universidad para su proyección profesional o, por ejemplo, en el ámbito de la investigación. Por ello, el sindicato pidió que se acabe con la adjudicación de plazas por el sistema telemático y se vuelva al presencial en tiempo real; reclama mayores incentivos económicos para plazas de difícil cobertura (alejados de centros hospitalarios y con exceso de guardias); y exigió la convocatoria de la Mesa de Negociación del Ámbito para analizar la formación sanitaria especializada, especialmente la de Medicina Familiar. «Ya dijimos en 2021 que Csif no tira la toalla. Las medidas que presentamos ese año a la Consejería de Sanidad para reforzar la Atención Primaria de Castilla y León, en un documento de ‘Análisis de la situación’ siguen siendo válidas», concluyó Enrique Vega.