«No se puede salvar la naturaleza destrozando la naturaleza». Esta es una de las premisas de la película documental ‘Vidas irrenovables’, dirigida por el director extremeño Francisco Vaquero, (Cabeza del Buey, Badajoz, 1985) que pretende «remover las conciencias e invitar a reflexionar con espíritu crítico si la transición ecológica es tan bondadosa e idílica como nos han hecho creer».
En tiempos en los que se ha extendido el lema «sólo el pueblo salva al pueblo», un «abandono» similar al que han sentido los valencianos respeto a las instituciones es el que refleja la película de un director de cine comprometido con el medio rural en el que se crió y que ahora sufre una «invasión» de macroproyectos energéticos «a espaldas de la ciudadanía». Él mismo lo cuenta tras haber hablado sobre el terreno con medio centenar de vecinos y científicos, que quieren luchar para no ser «expoliados».
El director se encuentra estos días presentando el documental en la provincia de León, donde comarcas como la montaña central, la Cepeda, El Bierzo o la Cabrera saben bien lo que es entonar aquel lema de «renovables sí, pero no así», que tantas manifestaciones ha motivado y que se cristalizó en la creación de una plataforma, la Coordinadora en Defensa del Territorio de León, tierra que sufre el mismo problema que toda España. «Allí donde llevamos la película todos se sienten identificados, da igual que sea Extremadura, Aragón, País Vasco o Castilla y León», relata Vaquero.
"La transición energética no puede ser a costa de los pueblos, queremos invitar a que la gente reflexione"
«La proliferación de estos proyectos agresivos va muy rápida y no hemos rodado en León porque fuimos allí donde las plataformas sociales nos llamaron, quizá cuando empezamos aquí no había llegado tanto el problema», señala. Cine independiente, de carácter rural y periodístico, que ha sido posible gracias a la productora Metáfora Visual, que la está preestrenando en ciudades de toda España para apelar al «sentido común» de las personas de las grandes ciudades, que necesitan electricidad, porque «no puede ser a costa de nuestros pueblos». Este lunes lo hizo en El Albéitar de León, el martes será el turno para la biblioteca de Astorga y el miércoles llegará a Ponferrada.
El director recuerda que su documental deja claro que las renovables son necesarias, pero que el problema está en la gestión y en el «oscurantismo» de las administraciones que termina en que las energéticas «hacen negocio» a través de un «colonialismo energético», que obliga a los vecinos a elegir entre sus tierras o el dinero que termina en los bolsillos de las grandes empresas de la luz. «Naturaleza o miseria», es el subtítulo de este documental, que amplía la visión sobre la importancia de proteger el medio rural desde la óptica tradicional que ya planteó en su anterior cinta documental, «Ganado o Desierto».
«No hay soluciones correctas» y no es el trabajo de un cineasta buscarlas, como Vaquero remarca, pero parece claro que hay que buscar «dónde pueden hacer menos daño» las grandes instalaciones como un parque fotovoltaico o eólico, porque «ahora mismo dañan los ecosistemas y el desarrollo de los pueblos».