Cuando la suerte se esconde en un roscón relleno de nata

Desde que comenzó hace unos días la campaña del roscón de Reyes, en la calle Del Reloj de La Bañeza no han parado de llegar clientes de los puntos más insospechados de España para hacerse con un bollo típico de estas fechas. Pero este viernes y el pasado jueves las colas eran bastante notables, porque el reclamo de un vale de 10.000 euros escondido en su interior, entre el relleno de nata, de crema pastelera, chocolate –o, quién sabe, tal vez sin rellenar– es suficiente atractivo como para hacer cuatrocientos kilómetros y probar suerte.

Es el caso de una pareja de la provincia de Salamanca, que supo bien elegir el número que después se convertiría en el ‘Gordo’ de la Lotería de Navidad y que este viernes llegaba a Conrado convencida de tener que volver en los próximos días a reclamar su premio de 10.000 euros. «Es nuestro momento de suerte y tenemos que aprovecharlo», decía la mujer antes de que le tocara la vez para pedir dos roscones medianos rellenos de nata.

El roscón de tamaño mediano, relleno de nata, es el producto estrella de la confitería que estos días se ve desbordada por la fama del que se ha convetido en el roscón de Reyes más famoso de España. Un bollo que ha dado la vuelta al mundo llevando el nombre de La Bañeza por todas partes y que suscita interés allá donde llega esta iniciativa por haber cambiado la recompensa de una pequeña figurita por un talón bancario que desde hace una década no ha dejado de crecer.

Desde los 500 euros en el año 2009 hasta los 9.000 del año pasado y los 10.000 de esta ocasión, el premio no ha parado de crecer al ritmo que también crecen los encargos que llegan a Conrado, que además de los despachados en el mostrador envía decenas de encargos internacionales para Alemania, Italia, Reino Unido, Francia o Portugal, apunta el confitero Sergio González mientras compagina su labor en el obrador con la atención a los medios.