Cuando León se vuelve un oasis de paz frente al desierto y el abandono

Los 28 niños saharauis que pasarán este verano con familias leonesas han llegado este lunes sonrientes y también cansados tras un largo día de viajes en avión y autobús

01/07/2024
 Actualizado a 01/07/2024
Los niños y niñas saharauis han llegado a León con un caluroso recibimiento por sus familias de acogida. | MAURICIO PEÑA
Los niños y niñas saharauis han llegado a León con un caluroso recibimiento por sus familias de acogida. | MAURICIO PEÑA

Hay pocas cosas que igualen la emoción de una niña al bajarse de un autobús tras un largo viaje y ser recibida con los brazos abiertos, palabras de afecto y un bocadillo de nocilla. «¿Amek?», le preguntaba en árabe una de las abuelas de acogida a una de las sonrientes niñas. «Salma», respondía la pequeña, que no soltaba su osito de peluche mientras bebía un zumo de naranja para reponer fuerzas. La mujer se ayudaba de un papel que incluía expresiones básicas traducidas para comunicarse con la niña, que por primera vez salía de su país para pasar un «verano en el norte, en la montaña y en las playas». 

Escenas similares se repetían este lunes, a las seis de la tarde, cuando 12 pequeños saharauis llegaron al aparcamiento del Carrefour de León para comenzar sus vacaciones en paz. Seis de ellos volvían tras haber estado ya el año pasado y eran fáciles de reconocer, porque corrieron hacia sus familias de acogida en cuanto las vieron. Los demás se mostraron más tímidos, pero igual de emocionados porque ya sabían lo que van a vivir hasta el 1 de septiembre gracias a lo que les han contado.

Llevaban todo el día viajando, primero con un vuelo chárter de Argel a Valladolid y luego un autobús hasta aquí. Resulta fácil imaginar que la principal conversación entre ellos sería ese trasvase de conocimiento de los que ya han disfrutado de un verano de piscina, helados y barbacoas. Algo que aquí en España la mayoría de los niños pueden tener, pero se antoja difícil en un poblado falto de servicios y situado en un desierto que alcanza los 50 grados en verano. 

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De los 28 niños saharauis que llegaron a la provincia, 12 lo hicieron a la capital, recibidos por las familias. | MAURICIO PEÑA

A los 12 que se distribuirán por la ciudad de León o localidades como Almanza y La Pola de Gordón, se suman otros 16 en El Bierzo. 28 niños y niñas de entre 7 y 12 años procedentes de diferentes campamentos de refugiados del Sáhara Occidental, que pasarán todo el verano con familias leonesas, gracias una vez más al trabajo de la Asociación Saharaui para el Desarrollo (Asped) y con la única subvención que les ofrece la Junta, que el año pasado fue de 35.000 euros para el programa en toda la comunidad. 

"Es muy difícil no repetir"

«Es muy difícil no repetir», señalaban Teresa y Alberto, padres de acogida de uno de los pequeños que llegaba deseoso «de volver a los sitios que conoció el año pasado». En su caso, el idioma no es problema, porque ya sus padres participaron del mismo programa cuando era pequeño, pues las vacaciones en paz existen en España desde hace ya 30 años. Los niños, que llegan «con muchos problemas dentales y de malnutrición», recibirán estos días asistencia médica, según explicó Raquel, voluntaria de Asped. 

Es cierto que el programa ‘Vacaciones en paz’ ya no es lo que fue hace años, pues los dos de parón por la pandemia lastraron el interés de los leoneses. Sin embargo, este año sí ha crecido el número de familias, 28 frente a los 20 del verano pasado y este lunes ya habia algún curioso que se acercó a la asociación para preguntar por los pasos a seguir para formar parte de la familia saharaui. La solidaridad de los leoneses contribuye a que, al menos en verano, estos pequeños puedan escapar de las deficiencias que sufre su pueblo, reclamado por Marruecos desde 1975, cuando dejó de ser una colonia española. 
 

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