El inicio de las estaciones viene dado, por convenio, por aquellos instantes en que la Tierra se encuentra en unas determinadas posiciones en su órbita alrededor del Sol.
En el caso del verano, esta posición se da en el punto de la eclíptica en el que el astro alcanza su posición más boreal. El día en que esto sucede, el Sol alcanza su máxima declinación Norte (+23º 27') y durante varios días apenas cambia su altura máxima al mediodía; a esta circunstancia se le llama también solsticio (‘Sol quieto’) de verano. En este instante en el hemisferio sur se inicia el invierno.
El Observatorio Astronómico Nacional señala en un informe sobre la estación estival, recogido por Servimedia, que el solsticio del verano puede darse a lo sumo en tres fechas distintas del calendario: los días 20, 21 y 22 de junio, aunque durante el siglo XXI sólo se dará los días 20 y 21 de junio.
El inicio más tempranero sucederá el año 2096 y el más tardío ocurrió en 2003. Las variaciones de un año a otro son debidas al modo en que la duración de la órbita de la Tierra alrededor del Sol (conocida como año trópico) encaja en la secuencia de años bisiestos del calendario.
Día más largo
La jornada del solsticio de verano corresponde a la de mayor duración del año. Alrededor de esta fecha se encuentran el día en que el Sol sale más pronto y aquél en que se pone más tarde.
Si se denomina coloquialmente duración del día al tiempo que transcurre entre la salida y la puesta del Sol, el próximo 21 de junio va a ser el día de mayor duración del año. Como ejemplo, en Madrid será de 15 horas y 3 minutos, frente a las 9 horas y 17 minutos que durará el día más corto (el 21 de diciembre), con lo que hay casi seis horas de diferencia entre la jornada más corta y la más larga.
Esta diferencia depende mucho de la latitud del lugar, de manera que es nula en el ecuador y extrema (24 horas) por encima del círculo polar ártico. Es precisamente por encima del círculo polar boreal donde algunos días al año (alrededor del 21 de junio) se da el fenómeno del sol de medianoche, cuando el astro es visible por encima del horizonte durante las 24 horas del día. (en la Antártida eso ocurre alrededor del 21 de diciembre.)
Se podría pensar que el día más largo del año es también cuando el Sol sale más pronto y se pone más tarde, pero no es así debido a que la órbita del planeta alrededor del astro no es circular, sino elíptica, y a que el eje de la Tierra está inclinado en una dirección que nada tiene que ver con el eje de la elipse. Ello hace que un reloj solar y nuestros relojes, basados en un Sol medio ficticio, estén desajustados. El día en que el Sol salió más pronto fue el 14 de junio, mientras que el día en que se pondrá más tarde es el 27 de junio.
Por otro lado, un hecho circunstancial no relacionado con las estaciones se da también en esta época: el día del afelio, es decir, el momento en que el Sol y la Tierra están más alejados entre sí a lo largo del año. Es este mayor alejamiento al astro la causa de que el planeta se mueva más lentamente a lo largo de su órbita elíptica durante el verano y, por lo tanto, la duración de esta estación sea mayor que otras.
En esta ocasión, el máximo alejamiento se dará el próximo día 6 de julio, con una distancia de algo más de 152 millones de kilómetros, unos cinco millones más que a principios de enero, cuando la distancia al Sol alcanzó su mínimo anual.
Lluvia de perseidas
Desde el punto de vista astronómico, este verano se producirán tres eclipses: dos parciales de Sol (13 de julio, visible en el sur de Australia y en la costa atlántica, y 11 de agosto, que podrá verse en el norte de Europa y el noreste de Asia) y otro total de Luna (27 de julio, en Sudamérica, Europa, África, Asia y Oceanía, con lo que será visible desde España).
En cuanto a los planetas, Venus y Júpiter podrán verse al atardecer durante todo el verano. Marte comenzará la estación siendo visible al amanecer, a finales de julio lo será toda la noche y al atardecer al comienzo de agosto. Saturno será visible durante toda la noche al principio del verano y al atardecer en julio.
Por último, dos lluvias de meteoros destacan durante el verano. Las delta Acuáridas alcanzarán su máximo ritmo alrededor del 30 de julio. Las populares Perseidas llegarán a su esplendor alrededor del 12 de agosto, lo que casi coincidirá con la luna nueva, de manera que el cielo estará oscuro durante toda la noche y 2018 es un año excelente para observar las Perseidas.