Visita al enemigo en 40 días
Es por todos sabido que los romanos cosecharon enemigos en numerosos lugares ya que conquistaron tres continentes a base de luchas. Aunque la actual capital griega, Atenas (denominada Athenae por aquel entonces) fue una de las ciudades que invadieron e hicieron suyas, anteriormente era territorio griego y los ejércitos de ambos sitios pelearon durante años por quedarse con la ciudad.Aunque había legionarios tanto en las fronteras del Imperio como en las zonas conflictivas, podría darse la casualidad de que tuvieran que mandar refuerzos. Y, por imposible que parezca, ¿por qué no iba a acudir un grupo de soldados de Legio VII (nombre con el que se conocía a León) a Athenae para sofocar las revueltas de la zona? Con el mapa de Orbis es posible saber cómo lo hacían.
Por ejemplo, en un día veraniego como hoy pero del siglo III, los atenienses decidieron iniciar una rebelión contra los romanos por sus diferencias históricas, ya sea el asentamiento en su propia ciudad o una pequeña disputa sobre si son mejores las representaciones escultóricas de Zeus o Poseidón, el mismo dios de los mares y océanos, pero con denominación distinta en función de si era mitología griega o romana, respectivamente.
Sea cual sea la causa de la rebelión, está claro que los legionarios romanos tenían que ir a calmar los ánimos. Para conocer cómo llegaron hasta Atenas desde León, hay que ajustar diversos parámetros en Orbis. En este caso, pondremos que inician la marcha en un día estival, que podrán desplazarse por todas las vías posibles (calzadas, río, océanos, etc.) y que cuando vayan andando lo harán a una velocidad de 30 kilómetros diarios.
Todo esto da como resultado el trayecto que se observa en la imagen superior, con parada obligatoria en Roma para visitar a quien fuera el emperador en ese momento. Según Orbis, el viaje se tardaría en hacer 39,3 días, por lo que sería casi otoño cuando llegaran para neutralizar la situación en Atenas.
Aunque parezca que es bastante tiempo lo que invertirían en llegar hasta la actual capital griega, en el fondo es la mitad de lo que tardó Willy Fog en dar la vuelta al mundo, no está nada mal. Además, por muy mal que parecieran llevarse, terminaría reinando la paz en el territorio porque, como dice la viral canción 'Historia del Arte' del grupo Las Bistecs: "griegos, romanos, son todos humanos".
Huellas romanas en León
El primer campamento de la Legio VII 'gémina' en León constituye, muy probablemente, el ejemplo más antiguo existente en Hispania de fortificación militar en piedra de época militar romana. En la actualidad, aún quedan vestigios de estos legionarios en la capital y el ejemplo más destacado es la muralla tardo-imperial situada en la actual avenida de Los Cubos. Este cercado fue construido entre los siglos III y IV, tiene más de siete metros de anchura y conserva 36 torres, aproximadamente la mitad de las originales.Además de esta muralla, se conservan otros elementos como las puertas romanas y resaltan la Porta Principalis Sinistra, en el extremo oriental del campamento y cuyos restos se encuentran en la cripta arqueológica de Puerta Obispo, y la Porta Principalis Dextra, en el extremo contrario y, posiblemente, localizada en el actual Palacio de los Guzmanes. Ambas se unían mediante la Vía Principalis; la famosa calle Ancha de León.
Otros vestigios que se pueden visitar en la ciudad son la Torre de los Ponce (o del Obispo), que pertenecía a la antigua muralla romana, o el núcleo civil urbano, formado por una larga galería curva con cubierta abovedada que es la actual calle de La Cascalería. Asimismo, cabe mencionar que hay otros restos del asentamiento de la Legio VII 'gémina' que ya no están presentes como las termas, ubicadas en la Plaza de Regla y la Catedral de León, o un depósito de agua de 35 metros de largo y 12 de ancho en la calle El Torrejón.
En definitiva, no son pocos los enclaves que quedan en León de la época romana y merece la pena su visita aunque en la vida real, y a diferencia de Orbis, no se pueda lograr el ambiente del año 200.
Tres continentes de imperio
El modo de vida en el 200 era, como es lógico, totalmente distinto a lo que conocemos ahora y más aún tratándose del Imperio romano, que tenía la capital en Roma y se extendió a lo largo de tres continentes (Europa, África y Asia), dejando en ellos numerosos vestigios. La península ibérica, por aquel entonces Hispania, fue uno de los territorios conquistados por los romanos en el primer siglo de nuestra era y, a lo largo de lo que actualmente son España y Portugal, fundaron 47 ciudades. En la provincia de León establecieron tres núcleos urbanos: Legio VII (León), Asturica Augusta (Astorga) y Lancia (Villasabariego).Quienes conquistaron estas ciudades fueron los legionarios, que constituían la espina dorsal del amplio ejército romano, cuyo total de efectivos durante el Alto Imperio (27 a.C – 235 d.C) era de 300.000 soldados aproximadamente. El emperador Augusto llevó a cabo una reforma del ejército y lo redujo a 28 legiones repartidas por las fronteras del Imperio. Estas tropas se dividían en cohortes de infantería y ‘alae’ de caballería, compuestas por 480 y 120 hombres respectivamente, lideradas por el ‘legatus Augusti’ (comandante jefe) y el ‘praefectus’ (profesional de mayor rango).
Ataviados con corazas, cascos y espadas, los legionarios invadieron numerosas localidades. La fundación de los primeros asentamientos urbanos conllevó la creación de una administración civil que quedó plasmada en los diversos ‘conventus iuridici’, divisiones territoriales destinadas a facilitar la administración de la justicia y con competencias en cuestiones civiles, administrativas y religiosas.
Hispania estaba formada por tres provincias: Baetica, Lusitania y Tarraconensis. Esta última es la que atañe a la provincia de León, ya que durante el reinado de Vespasiano (69-79 d.C) se dividió en siete ‘conventus’. Uno era ‘Conventus Asturum’, con capital en Astúrica Augusta (Astorga), y ocupaba las actuales provincias de León y Asturias, además de la mitad oriental de Lugo y Ourense y la zona occidental de Zamora.
Una de las primeras legiones que se estableció en Astorga era la Legio X 'gémina', que garantizó la penetración hacia los Montes de León y El Bierzo, además de preparar las infraestructuras necesarias para futuras explotaciones mineras. Al mismo tiempo, en León estuvo asentada la Legio VI 'victrix', fundada en el 41 a.C por el emperador Augusto como una copia de la sexta tropa de su rival Marco Antonio. Estas dos legiones asentadas en la provincia se fueron de Hispania en torno al 70 d.C y en el emplazamiento de la VI 'victrix' se instaló la Legio VII 'gémina', que fue la única que existió en la península durante el resto del Imperio, un hecho que confirma la importancia económica, minera y estratégica que los romanos otorgaban a este territorio.