De Suecia a León para vender ordenadores en todo el mundo

Smart Dragon, una empresa fundada por un leonés y un americano, importa, pone a punto y exporta a todos los continentes equipos informáticos de todo tipo

Sergio Jorge
09/09/2018
 Actualizado a 18/09/2019
Andrew Matson y Miguel Alija, los dos fundadores de Smart Dragon. | SAÚL ARÉN
Andrew Matson y Miguel Alija, los dos fundadores de Smart Dragon. | SAÚL ARÉN
Cada año emigran decenas de leoneses buscando en otros lugares el trabajo que aquí se niega o no se encuentra. Por eso es tan positivo por inusual, pero también por su valor económico y social, la historia de Smart Dragon. Esta pequeña empresa surge en las cabezas de Miguel Alija y Andrew Matson cuando ambos trabajaban juntos en Estocolmo, pero materialmente se concibe el año pasado en León, donde ambos deciden ubicar y crear esta compañía de compra-venta de equipos informáticos, desde portátiles hasta tablets, tras dejar su trabajo en Suecia.

"Trabajábamos muy bien juntos, y empezamos a pensar en hacer algo que nadie hiciera, y veíamos el potencial que había", explica Andrew, un estadounidense de Florida que no puso problemas en venir a León a crear esta empresa, no solo porque Miguel le hablara absolutamente todos los días de su tierra y le enseñara las bondades de la tortilla y el vino, sino porque pudo comprobar que las oportunidades en la provincia leonesa eran más que factibles. "Aquí tenemos contactos, amigos y recursos, y los costes son más bajos", detalla Alija, que para iniciar la actividad de la empresa tuvo siempre muy clara la ubicación: Veguellina de Órbigo.

En un garaje sin uso de la familia de Miguel con más de 130 metros cuadrados decidieron ubicar su centro de operaciones, o lo que es lo mismo, el lugar al que llegan los cientos de equipos informáticos ya utilizados que compran en todas las partes del mundo para allí ponerlos a punto, buscando los problemas que pueden tener por el uso y, una vez arreglados y puestos a punto, ser vendidos a, de nuevo, compradores de cualquier país. Ya llevan más de 3.000 en poco más de un año.
"Compramos mucho en EEUU y Australia, para luego vender sobre todo en Europa, África y Asia", apuntan, aunque reconocen que el viejo continente sigue siendo su principal mercado en este tiempo. Fue en mayo de 2017 cuando se instalaron ambos en León y pronto iniciaron la compra de los primeros equipos para luego reacondicionarlos.

"Son dispositivos que se usan un tiempo en empresas y los devolvemos a una nueva vida", apuntan para poner en valor una de las cuestiones más importantes de la empresa: "Hay que reutilizar las cosas, porque a lo mejor las compañías quieren desprenderse de los equipos después de tres o cuatro años, pero aún así tienen muchos años de vida si se reacondicionan", afirman.

De esta forma, una de las innovaciones que introducen es el valor ecológico de su labor. "La fabricación de un ordenador portátil requiere 250 kilos de combustible fósil, 1.000 litros de agua y emite aproximadamente 270 kilos de CO2", apunta Miguel Alija, de ahí que el ahorro energético que se produce al reutilizar estos equipos es impresionante, más teniendo en cuenta que «el 70% de la energía utilizada por un ordenador portátil durante su vida útil se consume durante la producción, no durante el uso del equipo».

Otra de las cuestiones innovadoras que forman parte de su forma de trabajo diario es el sistema de librería que utilizan para los portátiles, aunque quizá lo más destacado para el cliente es que Smart Dragon se encarga de toda la gestión, desde las aduanas hasta el transporte o la impecable presentación del producto. Por otra parte, lo más sorprendente son los palés de equipos informáticos que llegan para luego volver a viajar desde Veguellina de Órbigo, puesto que las compras suelen ser de un mínimo de 30 ordenadores, e incluso han llegado a recibir unos 400 de un solo pedido.

Ahora se centran en ir poco a poco creciendo, ampliando clientes, siendo capaces de llegar incluso al usuario doméstico con la web comercial que quieren ultimar puesto que normalmente los compradores son empresas o distribuidores. Todo ello manteniendo la capacidad de que el equipo cueste entre un 25 y un 50% más barato que uno igual sin estrenar, con las garantías pertinentes "y el porcentaje mínimo de fallo", que suele ocurrir con elementos nuevos.

Con todo esto, sin duda la innovación y riqueza más importante que deja la compañía es precisamente su interés por asentarse en León, por generar actividad económica en la provincia, por confiar en sus paisanos para seguir creciendo y, sobre todo, por generar empleo: ya son tres los contratados que se han unido a estos dos emprendedores, que si siguen sus planes a corto y medio plazo, seguirán ampliando plantilla paulatinamente.
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