La recuperación de los servicios más básicos ha sido la prioridad en los primeros días del largo camino hacia la normalidad que espera a las poblaciones más afectadas por la Dana en la provincia de Valencia. Uno de ellos es el acceso al suministro eléctrico y, para conseguirlo, la distribuidora de Iberdrola i-DE ha movilizado a unos 500 efectivos de toda España hasta el epicentro de la tragedia. En el caso de León, dos empleados de Cistierna han pasado la última semana en localidades como Paiporta, Chiva, Buñol o Torrente, que han sido devastadas por las inundaciones.
Raúl González y Óscar Luis García son los dos leoneses que se han desplazado hasta Valencia para recuperar el servicio eléctrico en domicilios arrasados por las riadas. Allí, han llevado a cabo unas tareas muy diferentes a las que están acostumbrados en su día a día como electricistas en Cistierna y otros pueblos de la Montaña oriental. "Decir que Valencia está en caos absoluto es poco", resume Raúl a este periódico.
El pasado jueves comenzaron su servicio después de un viaje de doce horas: siete de León a Valencia y cinco en el corto tramo que va hasta Torrente, donde tuvieron su primera actuación. En esta toma de contacto se encontraron con que una realidad "absolutamente inaccesible, colapsada" que dificultó su trabajo.
Rául González y Óscar Luis García han trabajado en localidades como Paiporta, Chiva, Buñol o Torrente
La brigada de la distribuidora de Iberdrola de Cistierna regresó este miércoles después de una semana de jornadas "larguísimas, maratonianas" en las que el principal problema estaba en la caída generalizada de la red de alta tensión que complicaba el resto de actuaciones. "Todas las casas necesitaban la intervención de un electricista, aunque fuera para cocinar un poco o cargar el móvil. Los electrodomésticos están para tirar, todos los enchufes mojados y con humedad… así que las recaídas del suministro son habituales en las casas. A una mujer se le cayó a los dos días y estaba muy nerviosa, normal, por si se le estropeaba la comida que había podido conseguir. No dejaba de repetir: no merezco esto. Se les cae el mundo y les intentas explicar: Oye, venimos de León, danos media hora y ya verás como algo podemos hacer… Luego no pueden ser más agradecidos", relata Raúl.
Precisamente, la gratitud es lo que más destaca este brigada de i-DE en Cistierna respecto a los afectados por la Dana, con recibimientos «apoteósicos» a su llegada y la paciencia "resignada" a que les llegue su turno para restablecer el suministro eléctrico de su hogar. Raúl considera que las víctimas están "muy concienciadas de la tragedia y de lo sobrepasados que están todos los efectivos" hasta allí desplazados. A pesar de ello, el despliegue de la distribuidora de Iberdrola permitió que en 24 horas la mitad de los 130.000 clientes que no tenían servicio lo recuperasen, ascendiendo aproximadamente al 75 por ciento en 48 horas y al 90 por ciento en 72 horas.
A pesar de las recaídas del tendido eléctrico, este brillante desempeño solo ha sido posible gracias a parejas como las nueve desplazadas por la compañía distribuidora de Iberdrola desde Castilla y León, una de ellas la de Cistierna. Así, Raúl y Óscar Luis han trabajado en puntos que no dejan de ser noticia estos días, como el centro comercial de Bonaire. "A veces solo se pueden hacer arreglos provisionales y, aunque el suministro lo tengan, las instalaciones interiores están muy deterioradas. En ocasiones era solo dar a un botón, pero en otras era tan complicado que daba igual lo que hicieras", explica el electricista leonés sobre lo complicado que ha sido trabajar en esas condiciones.
"Imagina San Andrés sin farolas"
Uno de estos trabajos más difíciles lo realizaron en Paiporta, tardando dos horas en que pudiera acceder un tráiler con un generador y teniendo que ser evacuados antes de completar la misión en ese día. "Si les ves la cara después de todo el día pensando que, al fin, iban a poder tener luz. Se me caía el alma… Además, son sitios grandes. Paiporta será como San Andrés del Rabanedo. Imagina San Andrés sin farolas, pues eso", valora Raúl.
A los problemas del suministro eléctrico en estas localidades valencianas arrasadas por la Dana, se suma otros con las comunicaciones. Muchos frentes que hacen imposible, por ahora, pensar en un retorno rápido a la normalidad. A pesar de ello, según estos profesionales en Cistierna, la humanidad sigue abriéndose camino. "La gratitud es impresionante. Les cargas un rato el móvil en el vehículo y te ofrecen de todo aunque se hayan quedado sin nada. Si perdíamos cobertura y ellos tenían, nos daban su móvil para llamar y les daba igual si se lo devolvíamos o no", atestiguan.
La realidad en el barro
Respecto a cuál es la realidad que han percibido en esas calles repletas de barro, estos brigadistas consideran que es necesario una mayor organización del voluntariado para optimizar las labores de limpieza y reconstrucción. "Aunque vengan con la mejor intención, a veces es un poco a la aventura. Como vengan sin organizar, muchos están por la calle paseando las escobas a la espera de dónde poder ayudar", explica Raúl.
La mitad de los suministros perdidos se recuperaron en 24 horas, pero las recaídas siguen siendo constantes
Paralelamente, esta pareja de electricistas de Cistierna ha quedado sorprendida por la elevada delincuencia que se encuentran por las calles más arrasadas y que obliga a que los militares tengan que patrullar por las noches. "Han reventado fachadas y han hecho butrones en las paredes de las viviendas para llevarse lo que sea. También hay tantos coches apilados que muchos delincuentes aprovechan para saquearlos", señala sobre la cruda realidad de estas localidades.
Gracias al despliegue de i-DE, la distribuidora de Iberdrola, y al esfuerzo de operarios como los leoneses Raúl y Óscar Luis, la mayor parte de los afectados por la Dana ya disponen de electricidad en sus más que maltrechos hogares. En su vuelta a Cistierna y a su rutina, siendo ahora relevados por otra pareja de León, estos dos electricistas nunca olvidarán los días que pasaron en Valencia aportando un poco de luz entre tanta oscuridad.