El dueño habría encerrado presuntamente a los animales en una finca con un candado, por lo que los vecinos han comenzado alimentarles a través de una verja metálica una vez que descubrieron los hechos. Según explican los denunciantes a este periódico, los perros podrían llevar en esta situación desde mediados de agosto y aseguran que un tercer mastín murió y tuvo que ser ingerido por los otros dos canes para sobrevivir.
Unas condiciones deplorables en las que, tal y como denuncian los vecinos de Quintanilla de Rueda, habría participado el dueño de la finca de forma deliberada. "Alguna vez viene el dueño pero no les da de comer. Es más un maltrato que solamente el abandono", aseguran los denunciantes.
Seprona ya conoce los hechos
Desde la Subdelegación del Gobierno en León han confirmado los hechos a este periódico y aseguran que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ya está investigándolos. Aunque todavía no han podido acceder a la finca, los agentes ya se han puesto en contacto con el dueño de la misma, "conocedor de los hechos", y actuarán "del modo en que hay que hacerlo en unas situaciones de este tipo".
Por lo tanto, de confirmarse la culpabilidad, el propietario de la finca podría enfrentarse al peso de la justicia. El Código Penal contempla penas de seis meses a año y medio de cárcel para aquellos maltratos que hubieran causado la muerte del animal, como presuntamente habría ocurrido con el tercero de estos mastines de Quintanilla de Rueda.
Por el momento, el estado de salud de los perros comienza a mejorar gracias a la ayuda que están facilitando varios habitantes de la localidad. Según los denunciantes, alguna vaca que permanece en la finca se encontraría en unas condiciones de desnutrición similares a las de estos canes. "Son mastines pero parecen galgos de cómo se les marcan los huesos a los pobres. El domingo cuando les llevamos el pan casi se atragantaban del ansía", relatan los solidarios vecinos.