La Estación de Tratamiento de Agua Potable del Porma ha clausurado el proyecto ‘Life Nexus’, una iniciativa gestionada por la Comisión Europea que nació hace cuatro años con el objetivo de hacer de las redes de distribución de agua en las ciudades una fuente de energía renovable para aprovechar el potencial de los sistemas de generación mini–hidráulica y recuperar la energía disipada en los puntos de red. Con este programa, León se ha convertido en el referente en la Unión Europea de la autosuficiencia energética y la economía circular.
El acto de clausura del programa este martes sirvió para poner en valor los logros alcanzados en este cuatrienio y contó con el alcalde, José Antonio Diez, y el concejal de Régimen Interior, Movilidad y Deportes, Vicente Canuri, así como diferentes expertos que presentaron sus iniciativas y estrategias comunitarias relacionadas con la generación hidroeléctrica.
En su intervención, el alcalde de León hizo hincapié en que el desarrollo del programa ‘Life Nexus’ «supondrá un salto cualitativo en la gestión del agua que se suministra a la ciudad de León, cuyo modelo será replicado en 30 ubicaciones distintas de la Unión Europea». Efectivamente, los datos obtenidos en la planta potabilizadora del Porma serán extrapolados a diversas ubicaciones de la Unión Europea, en concreto, a 30 instalaciones, de las que 20 ya están identificadas en Polonia, Lituania e Irlanda, además de otras ciudades españolas.
Por su parte, la gerente de Aguas de León, María Pilar Lasheras, recordó ayer en la planta del Porma se ha instalado una turbina con la que será posible generar energía eléctrica en la instalación. De este modo, aclaró, «se pone de manifiesto la apuesta de la sociedad mixta por las alianzas», que, en este caso, han servido para situar a la capital leonesa «en el centro del mapa europeo de la sostenibilidad».
A través de esta turbina, se creará una potencia media de 25 kilovatios, mientras que la energía generada será de 215 megavatios al año de energía renovable, a partir del aprovechamiento de la energía actualmente disipada por la válvula reguladora del caudal de entrada. Además, la reducción de la huella de carbono será de 140 toneladas de dióxido de carbono equivalente por cada año de operación. En el proyecto ha participado Cartif, Aquatec y centros de investigación europeos.