Para analizar los principales cambios, la Junta realiza con carácter bienal la encuesta de ‘Hábitos y estilos de vida en la población joven de Castilla y León’. El último estudio comenzó en 2019 y fue publicado recientemente, tras verse interrumpido por la irrupción de la pandemia del coronavirus. En él participaron más de un millar de adolescentes de la comunidad, de los que 234 eran de la provincia de León, con una media de 16 años y escolarizados en una decena de centros, tanto del medio rural como del urbano.
Respecto a los anteriores informes, una de las principales conclusiones que se ha detectado es «una disminución del consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias tóxicas», según explican desde la delegación territorial de la Junta en León, que nombró a dos responsables de la encuesta en la provincia: Esperanza Macayo y Jaime Campelo, ambos técnicos de las áreas de Sanidad y Educación, respectivamente. En este aspecto, señalan que los resultados de la encuesta a nivel autonómico reflejan también una «ligera tendencia» al consumo de este tipo de sustancias solo los fines de semana, especialmente de tabaco y alcohol, que han elevado además la edad de inicio de consumo en ambos casos.
En cuanto al tabaco, ha subido desde los 13,9 años de la anterior encuesta hasta los 14,4 años de la recientemente publicada. De igual forma, en el alcohol ha aumentado desde los 14 años hasta los 14,3 a nivel general, aunque se hace especialmente notable en el medio rural. Los responsables en León detallan además que «aunque fuman más las chicas, ellas consumen un menor número de cigarrillos al día, estando la media entre dos y cinco diarios». En la misma línea, fueron más los chicos que aseguraron no haber fumado nunca (el 84 %), que las chicas (74 %).
Por su parte, el estudio asegura que «los que más abusan del alcohol son los chicos del medio rural». Pese a ello, en esas zonas son más los jóvenes que no consumen alcohol respecto a la encuesta anterior, mientras que en el medio urbano predomina el consumo de fines de semana. Además, entre los jóvenes que consumen bebidas alcohólicas, «el 25,5 por ciento se han emborrachado al menos una vez en el último mes». Solo el 40 por ciento de los encuestados dijo que no consumía alcohol nunca, frente a un 30 por ciento que aseguró que rara vez lo hacía. El 26 por ciento beben los fines de semana y el 3,7 por ciento lo hacen también en días de diario. Solo el 0,5 por ciento de los jóvenes confirmaron que consumían alcohol todos los días.
En lo que se refiere al consumo de drogas entre los adolescentes, la encuesta de ‘Hábitos y estilos de vida en la población joven de Castilla y León’ asegura que ha disminuido un 1,3 por ciento el uso de sustancias diferentes al alcohol y al tabaco. En concreto, un 7,2 por ciento de los encuestados aseguró haber probado algún tipo de droga en los últimos 30 días. La más consumida entre los adolescentes de la comunidad es el hachís (96,3 %), seguida de los tranquilizantes (7,7 %) y el ‘speed’ y las anfetaminas (3,5 %). Estas últimas sustancias estupefacientes han sustituido a la cocaína, que ocupaba la tercera posición en la edición anterior del estudio.
Juego y nuevas tecnologías
Los avances sociales han modificado también los puntos de esta encuesta sobre hábitos. Por primera vez, los adolescentes han sido preguntados por las apuestas con dinero, tanto en internet como de forma presencial en locales especializados. Un 90,7 por ciento de los jóvenes aseguró no haber jugado nunca dinero ‘online’, mientras que el 88,4 % no lo ha hecho nunca de forma presencial. En ambos casos, son más los chicos que jugaron que las chicas.
Además, un porcentaje mayor de jóvenes del medio urbano comenzaron a jugar antes de los 13 años, el 40,9 por ciento frente al 16,7 por ciento que empezó a apostar antes de esa edad en el medio rural.
En lo que respecta al uso de nuevas tecnologías, el estudio elaborado por la Junta de Castilla y León refleja que el tiempo que los jóvenes pasan frente a las pantallas (televisión, consolas, ordenadores, tabletas o teléfonos móviles) es muy superior el fin de semana que los días laborables, aunque es en el medio rural donde más minutos emplean los adolescentes en estos dispositivos de lunes a viernes. Tanto sábados como domingos se invierte la tendencia: en las ciudades pasan dos horas más frente a las pantallas que en los pueblos.
Entre las cuestiones que abordó la encuesta sobre el uso de teléfonos móviles inteligentes destaca la frecuencia de uso, si el dispositivo se apaga durante las horas de clase o cuando estudian, si lo usan en lugares no permitidos o dónde lo dejan cuando se van a dormir. En este aspecto, destacan que no hay «diferencias significativas» por sexo respecto al uso, aunque la frecuencia es mayor en las chicas, ya que casi la mitad (un 49,7 %) usan internet en el móvil casi constantemente frente al 40,1 por ciento de los chicos.
Otro de los puntos del informe es la realización de ejercicio físico. En este sentido, el 28 por ciento de los encuestados aseguró que no realiza deporte con frecuencia durante al menos 30 minutos al día fuera del horario escolar, frente al 72 por ciento que sí lo hace. En este campo son ellos quienes hacen más actividad física tanto en minutos como en frecuencia. Más del 21 por ciento de los jóvenes encuestados aseguró hacer ejercicio durante más de dos horas diarias, mientras que solo el 11 por ciento de las chicas alcanza los 120 minutos de deporte al día.