A Leonor Lobato le faltan apenas dos meses para jubilarse, pero piensa que va a echar mucho de menos su trabajo y tiene ya decidido que va a seguir ayudando a los mayores que lo necesiten. Es una de las 705 trabajadoras que integran actualmente el Servicio de Asistencia Domiciliaria (SAD) de la Diputación de León, que este lunes les rindió un merecido homenaje coincidiendo con la celebración del Día Internacional de la Mujer.
Solo cuatro hombres forman parte de un equipo que atiende a un total de 2.714 usuarios que residen en los municipios de menos de 20.000 habitantes que hay en la provincia de León.
Gordoncillo es uno de ellos y allí desempeña su labor Leonor, que se desplaza en bicicleta al domicilio de las personas a las que atiende. Es la más veterana del servicio y su trabajo ha cambiado notablemente desde que empezó, allá por el año 1997. Estoy muy satisfecha y eso que he tenido que hacer de todo. Había baños en los que hacía falta espátula y agua fuerte para que parecieran un baño. He pintado, he arreglado tumbas de cementerios... Llegábamos a algunas casas que daban pena. Al principio era casi una labor de voluntariado, pero ahora se ha profesionalizado completamente», señala esta veterana de la ayuda a domicilio.
Guarda muy buenos recuerdos y asegura haber coincidido con «gente excepcional», aunque también tiene anécdotas para escribir un libro, como la de la usuaria que le acusó una vez de robarle la ropa interior. «Hay de todo, pero llegas a algunas casas y no quieren que les hagas la labor, quieren que te sientes a escucharles y les des conversación. Y te cuentan sus historias, algunas de ellas muy duras que luego no puedes olvidar cuando sales por la puerta», apunta.
Sin embargo, Leonor reconoce que la pandemia lo ha cambiado todo y que ha sido el peor año de su trayectoria en el servicio. «Hasta el año pasado salías de paseo, les acompañabas, pero con la pandemia no hemos podido. Ha sido muy complicado. Al principio íbamos con las batas y las mascarillas que nos daban, pero teníamos mucho miedo. Atendemos a gente muy mayor. Tienen muchos problemas y había miedo tanto a coger algo como a pegárselo nosotras. Tenía cinco casas y ahora me he quedado sin tres. Son gente con muchos problemas, cáncer, alzheimer... Solo pido a Dios que, si lo tengo que pasar, que sea después de jubilarme para no tener ningún remordimiento por habérselo transmitido a alguien en mi trabajo», asegura emocionada.
Pilar Fernández es una de las presidentas del comité de empresa del Servicio de Asistencia Domiciliaria y muestra su agradecimiento por el reconocimiento que ha brindado la Diputación a las trabajadoras, aunque también pide que se actualice y se negocie después de tres años paralizado. «No solo es dejar de ser invisibles, es que también se valore nuestro trabajo por parte de las administraciones con buenas licitaciones que tengan en cuenta más cosas. Y por parte de las empresas, que cumplan los pliegos. Es una cadena», explica.
Fernández asegura que la pandemia ha frenado la institucionalización de muchos mayores de 90 años en residencias y se ha optado por intentar que sigan en sus casas. «Este es un trabajo que puede ser muy importante para la mujer rural y con más horas de contrato podrían vivir perfectamente. Cada vez hay menos población pero cada vez es más necesario ampliar horas de servicio para poder atender unas necesidades que son crecientes cuanto más mayores son los usuarios. Sería una manera de crear empleo en las zonas rurales y de conseguir que las mujeres pudieran seguir en los pueblos», comenta.
El salón de plenos de la Diputación acogió el acto de reconocimiento a las trabajadoras del Servicio de Atención Domiciliaria por encarnar ese sobreesfuerzo realizado en estos meses de pandemia garantizando la asistencia y el cuidado de la población más vulnerable del medio rural leonés. El presidente de la institución provincial, Eduardo Morán, y la diputada de Derechos Sociales, Carolina López, trasladaron el reconocimiento de la corporación a estas 705 mujeres. «Con vuestro admirable trabajo habéis prestado protección, atención y cuidados, en una situación excepcional y de emergencia», destacó Morán, que quiso además resaltar la labor realizada para paliar «los efectos del aislamiento social prolongado en personas vulnerables, solas, con temores y miedos, sin familia próxima; en muchas ocasiones habéis sido el único vínculo con la realidad de todas las personas que atendéis». Por todo ello, apuntó el presidente, «no podíamos, no debíamos y no queríamos dejar pasar esta oportunidad de ofreceros desde la institución provincial este merecidísimo reconocimiento público, aprovechando la oportunidad que, a pesar de las limitaciones lógicas establecidas por las autoridades sanitarias, nos permite la celebración de este Día Internacional de la Mujer».
Morán trasladó el deseo del equipo de Gobierno «de reconocer expresamente el esfuerzo realizado por todas las trabajadoras que, en el ejercicio de sus funciones en cada uno de los servicios y dependencias de la Diputación, se han encontrado en la primera línea de acción, por el carácter esencial de su trabajo; me refiero a las trabajadoras sociales, cuidadoras, educadoras y personal de mantenimiento y limpieza de servicios generales y de los centros residenciales».
El colectivo estuvo representado por dos de las auxiliares más veteranas del servicio. A Leonor Lobato se sumó Consolación González, además de las presidentas de los comités de empresa, Pilar Fernández y Florentina Martínez, y las representantes de las dos entidades adjudicatarias, la directora general de Carflor, Nuria Lesmes, y la responsable de Coordinación de Clece, Rosa González.
A mayores de este homenaje, la Diputación de León celebró el Día Internacional de la Mujer con la retransmisión en directo a través de las redes sociales de la lectura del manifiesto en el patio del Palacio de los Guzmanes a cargo de las diputadas de la corporación provincial. El texto hizo hincapié en el papel de las mujeres ante la pandemia y en cómo a pesar de haber estado «en primera línea de acción», han tenido que hacer frente a unas «cargas desproporcionadas» y a unas consecuencias sociales y económicas que han puesto en evidencia las carencias en materia de igualdad que siguen vigentes en la sociedad actual y que hacen necesario seguir reivindicando condiciones que permitan mejorar la situación laboral, económica y social de las mujeres para poder hablar de una igualdad efectiva.
Día de la Mujer: "Muchas veces no quieren que les ayudes, sino conversación"
La Diputación homenajea a las 705 trabajadoras del Servicio de Asistencia Domiciliaria, que atienden a más de 2.700 usuarios
08/03/2021
Actualizado a
08/03/2021
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