Diez años cuidando la salud de los niños de Guinea-Bissau

Liderados por el doctor Pradillos, Sopesur León viajará al país africano en 2025 para operar a decenas de menores con patologías

04/11/2024
 Actualizado a 04/11/2024
El grupo de sanitarios de Sopesur León que participó en la misión de este año en Guinea-Bissau. | L.N.C.
El grupo de sanitarios de Sopesur León que participó en la misión de este año en Guinea-Bissau. | L.N.C.

Este año se cumple una década del primer viaje del equipo del doctor José María Pradillos y el doctor Domingo Pontón a Guinea-Bissau. Desde entonces, más de 600 niños y niñas africanas han podido ser operados de distintas patologías gracias al trabajo de estos dos cirujanos y también al de todo el equipo que los acompaña en sus misiones más recientes. Pediatras, enfermeras, anestesistas y otros profesionales forman los grupos que viajan cada año al país africano y que desde el pasado 2022 consiguen que algunos niños y niñas con patologías graves también puedan ser operados en España.

Para celebrar este aniversario, nada mejor que seguir con la labor humanitaria. Por eso, dos niños con patología quirúrgica llegaron a finales de septiembre desde Guinea-Bissau al Hospital Clínico de Valladolid para ser operados por el doctor Pradillos. No son los únicos que han venido durante este 2024, año en el que también se ha intervenido a una adolescente y a una pequeña con una malformación.

Aunque ahora Pradillos tiene su plaza en Valladolid –y sea en este Hospital donde opera a los niños que llegan desde África–, fue en León donde comenzó a desarrollar el proyecto. El trabajo de estos profesionales sanitarios se realiza desde 2019 bajo el amparo de Sopesur León (Solidarity Pediatric Surgery), una entidad sin ánimo de lucro que ya agrupa a buen número de sanitarios, muchos de ellos trabajadores en el Hospital de la capital leonesa, donde estuvo destinado el doctor hasta hace tan solo unos años.

En su equipo se encuentra la doctora Ana Gloria Andrés, pediatra del Servicio de Urgencias del Caule y de la consulta de Infectología Pediátrica, quien acudió por primera vez a la última misión en Guinea-Bissau que tuvo lugar durante la Semana Santa de este año. «Me gusta mucho la pediatría y también los niños, y pensaba que allí podía ayudar a los que creo que necesitan y se merecen una oportunidad», explica la pediatra en una conversación con La Nueva Crónica. Esta es, más o menos, la intención con la que viajan todos los profesionales que están en Sopesur León, y la mayoría repiten la experiencia. Algunas de ellas, como María Luisa Alonso, enfermera pediátrica jubilada, o la anestesista Concha Ruiz, ya han trabajado como voluntarias en el país varias veces.

La doctora Andrés (dcha.) con el resto de pediatras. | L.N.C.
La doctora Andrés (dcha.) con el resto de pediatras. | L.N.C.



La asociación nació con un objetivo fundamentalmente quirúrgico, pero lo cierto es que tras varias visitas al Hospital Nacional Simao Mendes, el lugar donde desarrollan su actividad, su trabajo allí se ha expandido. «Los pediatras comenzamos a ir como apoyo a los cirujanos, participábamos en curas y tratamientos médicos, pero ahora también pasamos consulta de cirugía todos los días, e incluso los pacientes aprovechan para acudir con patologías que no son quirúrgicas», cuenta Ana Gloria. Entre 60 y 70 niños entran cada día a su despacho en Guinea-Bissau. 

Las patologías más comunes que pasan por las manos de Sopesur León en el país africano suelen estar relacionadas con malformaciones de todo tipo, incluso neuronales. «Un poco de todo», añade la pediatra. Las únicas que no se operan allí son las cardiacas o las traumatológicas y «los casos más complicados se intentan traer a España». Destaca Ana Gloria que se tratan también muchas quemaduras: «Se cocina mucho en la calle con fuego y los niños están por allí, se caen, se queman… Nosotros hacemos curas y también algún injerto», explica.

El procedimiento a seguir a la hora de tratar a los menores en Guinea-Bissau pasa por la colaboración con los profesionales africanos. Ana Gloria comenta que allí cuentan con «la gran ayuda de Óscar», un enfermero que les pone en contacto con los cirujanos pediátricos y trabajan «en equipo con ellos». Son los que «seleccionan» a los niños con las posibles cirugías que «más se pueden beneficiar», cuando los profesionales españoles están allí. 

Una vez en el terreno, los cirujanos y el resto del equipo trabajan intensivamente durante dos semanas. «Entramos pronto por la mañana y muchos días nos vamos a las once de la noche, porque igual alguna cirugía se ha complicado o ha surgido una urgencia», cuenta Ana Gloria. Asimismo, la jornada incluye visitar a los operados del día anterior y también realizar labores de formación con los profesionales que trabajan en el Simao Mendes.

La pediatra cuenta que el trabajo se hace complicado por la falta de medios: «Aquí estamos acostumbradas a contar con antibióticos, UCI neonatal y pediátrica… allí es pediatría de batalla». Explica también Ana Gloria que aunque la atención en el hospital es gratuita, todo lo necesario para el tratamiento «lo tienen que pagar los pacientes» al tratarse de un centro público que depende de la financiación gubernamental, por lo que el trabajo de Sopesur se torna incluso más valioso para los niños y niñas sin recursos, ya que para ellos y sus familias estas operaciones son de coste cero.


Nueva misión


Sopesur León ya está preparando una nueva misión para la Semana Santa de 2025. Además del equipo de profesionales que acude normalmente, este viaje también tendrá el apoyo de un traumatólogo infantil, intentando mejorar el servicio que ofrecen a los más pequeños en Guinea-Bissau.

Asimismo, Ana Gloria Andrés explica que en esta próxima convocatoria se intentará que vuelvan algunos estudiantes becados de la Universidad de Valladolid –como ya sucedió en la del 2024– porque «es una experiencia muy importante para ellos». El resto de profesionales que acuden lo hacen financiados por ellos mismos, utilizando sus vacaciones o días sin sueldo.

La organización creada en León cuenta también con el apoyo de la ONG Aida que colabora con otras entidades en el terreno ayudando a que los niños puedan venir a España y gestionando sus pasaportes, además de ofrecer apoyo económico. En Valladolid, además, colaboran con algunas instituciones y cuentan con alguna aportación de carácter privado.

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