La Diputación de León espera absorber Gersul antes de fin de año, según ha expuesto este jueves el diputado encargado del consorcio, Santiago Dorado, acompañado del presidente de la Diputación, Eduardo Morán, y el gerente de Gersul, Secundino Prieto. La disolución ya fue debatida en la asamblea de Gersul y la institución provincial ya tiene la hoja de ruta para que la gestión de los residuos de toda la provincia se realice directamente con sus medios. Este paso pone fin a décadas de un modelo que se ha mostrado insuficiente para los propósitos perseguidos. La falta de medios ha sido uno de los principales motivos para la extinción del ente, que no ha podido ser reforzado con mayor personal por las limitaciones impuestas por la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local. Ante esta situación, el actual equipo de gobierno, tras consultar con la Universidad de León y con diferentes instituciones implicadas ha optado por dar un paso más en la centralización de la gestión de residuos en la Diputación.
Ahora, la asamblea de Gersul deberá ratificar el proyecto de cesión, el pleno de la Diputación también deberá realizar una primera aprobación para la publicación del proyecto, la resolución de las posibles alegaciones y la aprobación definitiva, de nuevo en el pleno. La Diputación de León subrogará al gerente y las cuatro trabajadoras de Gersul y podrá destinar recursos propios a esta nueva tarea.
El nuevo modelo implica la firma de convenios con los municipios de más de 5.000 habitantes para la gestión de los residuos y los tramites administrativos de ellos derivados. En el nuevo modelo, en base a su autonomía local, los ayuntamientos también tienen la posibilidad de determinar la tasa que cobrará a sus vecinos, independientemente de la contrapartida que tendrá que abonar a la Diputación por el servicio.
El equipo de gobierno, como ha expuesto Dorado, espera que el cambio esté listo para principios del próximo año y poder afrontar con garantías el siguiente reto, que es la renovación del contrato de gestión de residuos —actualmente en manos de la UTE Legio VII— que vence en noviembre de 2024 y obliga a un gran esfuerzo de tramitación para su licitación.
Todo ello condicionado por la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados que eleva las tasas obligatorias de reciclaje y las penalizaciones por el envío de material a los vertederos. Los biorresiduos adquieren un nuevo tratamiento a partir de 2024, el reciclaje se debe elevar al 50% y la ecotasa pasa de 7 a 30 euros por tonelada.
Antes de esbozar el futuro de la gestión de residuos, Dorado ha echado la vista atrás para enumerar los desafíos que ha tenido que afrontar el actual equipo de gobierno ante lo que se ha denominado durante años “el marrón de Gersul”. Entre las tareas cumplidas está la aprobación de los estatutos, la puesta al día de las cuentas generales y presupuestos desde el año 2013, el pago de la deuda judicial de 25 millones —que consumía 60.000 euros mensuales en intereses—, el aumento de recaudación con la recuperación de recibos atrasados y las inversiones en maquinaria. “No hay contenciosos y, en términos generales, los números son positivos”, resumió Dorado, consciente de la situación crítica en la que se encontraba Gersul cuando Morán asumió la presidencia de la Diputación en 2019. El propio presidente, además de alabar el trabajo de Dorado, reconoció que “hubiésemos estado en mejores condiciones si la gestión hubiera estado aquí”.
Diputación espera absorber Gersul antes de 2023
La institución provincial ya tiene la hoja de ruta para la extinción del consorcio de residuos
29/09/2022
Actualizado a
29/09/2022
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