La Diputación de León aprobó en la mañana de este viernes, de forma definitiva, los presupuestos provinciales para este año, después de que el pleno haya rechazado una alegación presentada y que no se ajustaba a ninguna de las causas estipuladas por la ley para estimar esa reclamación.
Fue una sesión muy rápida, de apenas diez minutos, en la que todas las formaciones estuvieron de acuerdo en rechazar la alegación presentada, que además es recurrente y se repite año tras año. Desde los servicios jurídicos de la institución provincial señalaron que esta reclamación no debía ser admitida.
De esta forma el presupuesto queda definitivamente aprobado, con una cifra récord que asciende a 241,6 millones de euros. Supone un incremento del 22,98 por ciento respecto al ejercicio anterior. El incremento en más de 40 millones se debe principalmente a la aportación del Fondo Complementario del Estado, cifrado en 129 millones; 15 más que el pasado año, y en los 19 que supondrá la gestión de los residuos urbanos, asumida por primera vez.
En el capítulo de ingresos destacan las transferencias, principalmente de la Junta, en un importe global de 35 millones. Por primera vez los depósitos bancarios de la Diputación generarán beneficios en lugar de gastos y la cantidad prevista es de unos tres millones. El cobro de tasas y precios públicos conllevará ingresos por 25,3 millones en el primer presupuesto del nuevo equipo de gobierno, integrado por PSOE y UPL.
Este pleno extraordinario dio también el visto bueno al incremento de un 0,50 adicional al PIB de 2023 de las retribuciones a los empleados públicos, corporativos y personal eventual de la Diputación de León.