Es muy difícil llegar a Prioro, especialmente en verano, y que no estén celebrando alguna fiesta, alguna tradición... este sábado su club de lucha, otra religión allí en la Catedral, celebraba su asamblea pero no solo. Resulta que uno de los barrios del pueblo, el Oterico, celebraba su fiesta y, como corresponde al lugar, nada que ver con las fiestas habituales. Aunque moderna sí parecía cuando te invitaban a ver "la discomóvil", pero ya se veía que lo decían con cierta sorna.
Y es que la citada discomóvil es un carro tuneado, la Disco El Carro, con Juanpa a los mandos. Juanpa es una de ‘almas’ de esta fiesta que, explica, "hacía 19 años que no se celebraba y la reunión de mozos decidió recuperarla y aquí estoy colaborando, ya que en sus inicios fui uno de los impulsores, con un grupo de amigos".
- ¿Siempre con disco carro?
- Siempre. Otra cosa es que lo vayamos mejorando, la primera tenía un cartel de cartón y éste ya ves que está trabajado en madera. También ha ido cambiando el carro, éste es el tercero que utilizamos.
La fiesta, además de la singularidad del carro discoteca, tiene otros muchos ingredientes que se van mejorando año a año. Tiene una sesión de tarde infantil, un cierre nocturno con sopas de ajo, que se mantiene, y este año se han incorporado los bocadillos de panceta que allí mismo se hacen, en directo, "y sin ningún ánimo de lucro, como toda la fiesta", señala Juanma.
Y cuando cierra sus puertas la disco llega otra tradición de Prioro: cantar, que en ninguna parte se canta como allí.