El control de los nematodos intestinales es un problema complejo. «Las infecciones por nematodos gastrointestinales son muy frecuentes en todos los animales de renta que se encuentre en pastoreo, principalmente ganado vacuno, ovino y caprino», explican los autores del trabajo, Elora Valderas García, María Martínez Valladares y Rafael Balaña Fouce.
Estos investigadores forman parte de la red europea de investigadores Combar, una organización que ha estimado que las pérdidas económicas derivadas de este problema rondan los 700 millones de euros anuales en Europa.
Por otra parte, cada vez es más frecuente encontrar rebaños que no responden correctamente a los tratamientos con fármacos antiparasitarios convencionales, lo que puede llegar a generar pérdidas económicas de millones de euros para la ganadería de Europa. «Este hecho es consecuencia directa de la incorrecta administración de estos fármacos y de su excesiva utilización a lo largo del tiempo», afirman los científicos. El problema de las resistencias antiparasitarias se ha ido acentuando considerablemente en los últimos años, no solo en España, sino en otros muchos países del mundo, llegando a encontrarse rebaños resistentes a todos los tipos de antiparasitarios comercializados.
Encontrar nuevas soluciones
Por este motivo urge encontrar nuevas soluciones. De hecho, todos los compuestos que recoge el estudio publicado en ‘Scientific Reports’ son de nueva síntesis y, por lo tanto, aún están en fase experimental. En primer lugar, fueron sintetizados por el grupo de investigación dirigido por Esther del Olmo, perteneciente al Departamento de Química Farmacéutica de la Universidad de Salamanca, dentro de un proyecto subvencionado por la Agencia Estatal de Investigación en el que también participa el IGM y la Universidad de León.
El compuesto que ha demostrado mayor efectividad en el ganado ovino es un derivado de la familia de los bencimidazoles, una de las familias de fármacos más utilizadas en todo el mundo en el tratamiento de los nematodos gastrointestinales. «El mecanismo de acción exacto de este nuevo compuesto no se ha estudiado hasta el momento, aunque podemos suponer por su similitud química con los fármacos utilizados en clínica veterinaria, que inhibiría la polimerización de la tubulina del parásito, una proteína esencial en multitud de procesos fisiológicos», señalan los investigadores.
En cualquier caso, «hemos observado que presenta buena eficacia frente a los diferentes estadios de estos parásitos, siendo al mismo tiempo eficaz frente nematodos adultos como frente a los huevos». Asimismo, añaden que «a partir de ahora, nuestra idea consiste en continuar investigando el funcionamiento del compuesto en el organismo de los animales, averiguar cómo ejerce su acción y cuál es su destino una vez administrado».