"Don Noé era muy parroquiano, le quería mucho todo el mundo en el Páramo"

Rodri, capitán de la selección, mirando al cielo y dedicando el gol a su abuelo, fue la imagen más repetida del partido de España frente a Brasil. Ese abuelo al que homenajeaba, don Noé, es un hombre querido e inolvidable en los pueblos del Páramo

31/03/2024
 Actualizado a 31/03/2024
Su primera consulta en Valcabado estaba donde antes había sido pista de baile. | L.N.C.
Su primera consulta en Valcabado estaba donde antes había sido pista de baile. | L.N.C.

Entre varios vecinos de Valcabado del Páramo van dibujando la figura de Noé Hernández, el médico que allí ejerció entre 1964 y 1975, del que guardan un muy grato recuerdo y, por ello, tienen su imagen muy fresca en la memoria. Es, sin duda, un inolvidable de estos pueblos del Páramo y La Bañeza, donde ejerció este médico cuyo recuerdo ha estado presente en todos los periódicos y crónicas del partido de fútbol entre las selecciones de España y Brasil pues a él iban dedicados los goles y la triste mirada del capitán del equipo español: Rodri; a quien Morata cedió el brazalete como homenaje ‘a mayores a don Noé’, su abuelo, fallecido aquella misma semana en Salamanca.
— Era un señor bastante alto, de cara redonda, con ondas en el pelo y los ojos claros. Era guapo, un señor que llamaba la atención. 
— ¿Y hacía vida con la gente del pueblo, con los pacientes?
— Sí, mucha, era muy parroquiano. Y religioso, los domingos siempre iba a misa con doña Carmen, su señora, que también era muy hablada. 

El capitán Rodri dedicando los goles a su abuelo, médico en León. | L.N.C.
El capitán Rodri dedicando los goles a su abuelo, médico en León. | L.N.C.


Los recuerdos de Noé Hernández —el abuelo de Rodri, aunque el futbolista dijera en una de las entrevistas que era "al revés, yo soy el nieto de Noé"— son inmejorables. "Vivo gracias a él", dice un niño al que ayudó a nacer en Santa Colomba de la Vega; otros  le recuerdan en Soto o Requejo de la Vega pero, seguramente, el pueblo en el que más años ejerció fue en Valcabado del Páramo, donde estuvo "aproximadamente entre 1964 y 1975" y donde es noticia hasta las casas en las que pasó consulta. "Primero estuvo en lo que había sido la pista de baile, que se la alquilaron cuando marcharon para Bilbao; después fue consultorio donde María la Gallarda y finalmente también pasó consulta donde Lucinda. Después ya fue para La Bañeza".

  
Josefa y su hija Pilar Carro, por ejemplo, tienen un recuerdo imborrable de don Noé porque, entre otras cosas, ayudó a venir al mundo a la segunda, la hija. Lo recuerda su madre: "Fue un poco complicado. Yo estaba embarazada de ocho meses y fui a recoger pimientos, allí me vinieron unos dolores muy fuertes y volví como pude, con la bicicleta cargada de pimientos. Venía Martina conmigo y me decía, tú tira, pero ya no podía más, tuve que parar y por fin llegué. Mi marido era de la Junta Vecinal, que tenían una reunión, y yo no dije nada a ver si se me pasaba pero iba a más y fui La Huevera, que era una de las matronas y me dijo “estás de parto”; entonces marché para casa de mi madre. A  las dos de la mañana llegó mi marido y fue a buscar a don Noé. Nada más que vino me tranquilizó y me dijo: "Estas de parto, pero no nace hasta las ocho".

Josefa y Pilar, de Valcabado. | L.N.C.
Josefa y Pilar, de Valcabado. | L.N.C.


Josefa se tranquilizó y, como le anunció el médico, a las siete y media volvieron los dolores, también volvió don Noé y la atendió. "Nació bien, pero como se adelantó pues era pequeñina, como un ‘engarnio’, él la lavó y me lavó a mí. Después metió a la niña en la cama conmigo y yo la veía morada, pequeñina y ya me dijo: no se preocupe, que sale adelante. Ya quedé tranquila".


Salió adelante. Allí está Pilar con ella para confirmarlo. Recuerdan a su médico, a toda la familia. Otro vecino, M. Vidal, recordaba los juegos con los hijos del médico. En la familia  de Josefa ‘reconstruyen’ toda la familia. "Su mujer era doña Carmen; y los hijos, por orden, son Noé, el mayor; y después vienen Carmen, José Antonio, Esperanza y Santi".
- ¿Quién es el padre de Rodri?
- José Antonio.
- ¿Jugaba bien al fútbol su padre?
- No creas; el que más dones tenía para el fútbol era el pequeño, Santi. 


Roberto, hijo de Josefa al que también ayudó a nacer en un parto sin problemas, recordada en un artículo cómo era entonces ‘la visita al médico’, don Noé en su caso: "Dijo  ‘el catarro hay que sudarlo. Que siga con los vahos y recoja en la botica este antipirético por si la fiebre le sube mucho’; espeta finalmente.


El ritual finaliza cuando (el médico) se remanga y se moja las manos en la palangana que contiene el agua que ha sido templada en el pote que hay en el llar; se enjabona con la pastilla de jabón de La Toja recién abierta para la ocasión, y se seca en la toalla con puntilla del ajuar de boda de tus padres".


Pilar también recuerda otra anécdota de cómo era don Noé: "Fui, también con dolor de barriga, muy asustada, y ya me dijo: ¿Tú madre no te ha hablado de la menstruación? No tengas miedo, no es nada, es muy natural. Y ya me tranquilicé, te daba confianza".


Y es que aunque los medios no fueran muchos la fe en el médico lo hace todo. "Me aceuerdo de ir a llevarle ciruelas para agradecerle cómo era". 

 

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