Cuando Guadalupe García cumplió cien años le hicieron un homenaje en su pueblo, Santa Lucía de Gordón, un amplio grupo de vecinos, entre ellas numerosas antiguas alumnas que repetían el nombre con el que todas la conocían, Doña Upe, pronunciado siempre con un cariño indisimulado.
Hablaban todas de una maestra excepcional, de su carácter afable y su bondad, de la cercanía con ellas y los problemas de las familias de las alumnas de su escuela. Tal vez mucha gente pueda comprender mejor el carácter de Doña Upe conociendo el de su hija, la pediatra jubilada Guadalupe Fontao, también un modelo de entrega a su profesión.
Doña Upe ha fallecido esta semana, a los 108 años de edad. Era la segunda leonesa de más edad —después de Teresa Fernández— y, seguramente, era la única maestra viva de la República, algo muy complicado de comprobar pero las fechas del calendario lo dicen casi todo y la leonesa sí fue una maestra de la República, como lo recuerda su nieta, la también profesora pero en su caso de la Universidad, Beatriz Blanco Fontao, en una emotiva carta de despedida a la abuela.
«Parecías eterna, tantas veces me despedía por si acaso, tantos reencuentros a la vuelta. Hoy 108 años después ya sí, nos hemos quedado sin abuelas. Sobreviviste a dos pandemias y a una guerra. Las bombas que tiraron sobre tu pueblo, Santa Lucía, os hicieron pasar el frente en Pendilla (¡qué bien os trataron ahí!) y cuánto sufrimiento en una posguerra llena de rencores y de miedos. Tu título, todavía de la República (no sé si habrá ya alguna que lo cuente) te hizo maestra en Baselgas (¡qué pueblo tan guapín!) y en Zarréu hasta que pudiste retornar a tu Santa Lucía querida dónde tantas generaciones de niñas pasaron por tu aula en las escuelas nacionales».
Recuerda Beatriz los cuidados de la abuela Upe, a la que cuidó en sus últimos años su hija Guadalupe. «Nos diste la mejor lasaña y empanada de bonito que se puede probar, nunca nos dejaste pasar frío ni hambre y nos arropaste cada noche; sabías lo importantes que son los cuidados. A tus casi 100 años leíste El Señor de los Anillos y viste todos los Western de la 2, conversabas de política internacional y sabías que la historia siempre se repite. Quisiste acompañarnos a la universidad cuando salimos de casa para hacernos la comida cada día. Eras una persona fantástica».
Un ser extraordinario que se ha ido esta semana; y que era mucho más que una centenaria, que la segunda más anciana de León... eso solo era una anécdota en la biografía de doña Upe.