El balance de actividad del Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León (ChemCyL) refleja 55.122 donaciones entre enero y junio del actual 2023, unos datos muy similares a los de ese mismo semestre del año anterior, durante el que su número fue de 55.275 (una variación negativa del 0,11 por ciento).
Desglosadas estas cantidades, las donaciones de sangre han sido 49.886 (51.008 en ese mismo lapso temporal de 2022, lo que supone un descenso del 2,20 por ciento); 4.202 plasmaféresis (2.997, un 40,27 por ciento más); y 1.122 aféresis de plaquetas (1.270, un 11,65 por ciento menos).
Por provincias, Ávila registró 2.506 donaciones de sangre a lo largo de los primeros seis meses de 2023 (un 0,85 por ciento más); Burgos anotó 9.645 (7,38 por ciento);
León, 5.637 (-11,35 por ciento) y El Bierzo, 2.289 (-3,98 por ciento); Palencia, 3.013 (-4,95 por ciento); Salamanca, 5.935 (-4,21 por ciento); Segovia, 2.914 (1,53 por ciento); Soria, 2.346 (-2,53 por ciento); Valladolid, 13.078 (-3,38 por ciento); y Zamora, 2.523, (-3,67 por ciento).
En lo referido a la aféresis de plasma, ha experimentado una relevante subida del 40,27 por ciento, al pasar de 2.997 plasmaféresis en el primer semestre de 2022 a 4.204, según el último balance temporal. En este sentido, es conveniente destacar que el ChemCyL dispone desde hace unos meses de una unidad móvil para facilitar la colaboración ciudadana en la donación de plasma, que no sólo se ha visto reflejada en un total de 339 colectas, sino que ha contribuido a dar visibilidad a este tipo de prestación asistencial.
Esta actividad contabilizó 265 operaciones en Ávila (-1,49 por ciento); 649 en Burgos, (129,33 por ciento de subida); 501 en León (11,33 por ciento) y 233 en El Bierzo (4,21 por ciento); 222 en Palencia (sin variación); 535 en Salamanca (20,77 por ciento); 210 en Segovia (-1,87 por ciento); 282 en Soria (19,49 por ciento); 1.100 en Valladolid (137,07 por ciento); y 217 en Zamora (7,43 por ciento).
En Castilla y León se precisan en torno a unas 450 donaciones diarias para asegurar las necesidades asistenciales habituales en los hospitales de la Comunidad, una actividad que se mantiene todos y cada uno de los días del año y que, por tanto, requiere de la solidaridad continua de los donantes.
Según informan desde el Ejecutivo autonómico en un comunicado difundido por Ical, contar con ese altruismo ciudadano diario, también en períodos estivales o vacacionales, asegura la disponibilidad de los derivados sanguíneos imprescindibles para la actividad sanitaria que salva vidas y recupera la salud de los pacientes.