Dorado, rojo, verde, naranja y azul... llegan los tecnovinos

Bodegas Amaya arriesga con nuevas variedades fuera de la Denominación de Origen Bierzo

N. González
09/12/2015
 Actualizado a 16/09/2019
Amaya Rodríguez y Florencio García, con su vino azul Byva Blue, en sus viñedos. | César Sánchez (Ical)
Amaya Rodríguez y Florencio García, con su vino azul Byva Blue, en sus viñedos. | César Sánchez (Ical)
Ya que las casas empiezan a llenarse de brillante espumillón y los abetos se visten con bolas de colores, ¿por qué no tener en la nevera un vino dorado, o rojo o verde o naranja? Dentro de las propuestas de las bodegas del Bierzo por distinguirse en un mercado cada vez más cambiante, han surgido los llamados ‘tecnovinos’, vinos fuera de la Denominación de Origen que apuestan por la innovación y por llamar la atención del cliente y sobresalir entre la ingente oferta.

En esta apuesta, la berciana Bodegas y Viñedos Amaya, que ya había roto moldes con su singular vino azul, el Byva Blue, ha querido continuar esta línea y ha seguido investigando para, en el trabajo casi alquímico de la bodega, poder crear nuevos vinos.

De ese esfuerzo creativo y enológico ha nacido Cósmica, un vino con ‘polvo de oro de Las Médulas’. Cósmica brilla a la luz mientras las partículas doradas se mantienen en suspensión en un vino con sólo nueve grados de alcohol y que proviene de viñedos de mucha antigüedad, entre los setenta y los cien años. De lo viejo, lo nuevo. Y viceversa.

«Nuestro primer tecnovino fue el azul y, a partir de ese, hicimos el del polvo de oro de Las Médulas. Llama mucho la atención y está teniendo buena acogida. Cuando le da el sol es espectacular», explica Amaya Rodríguez, una de las propietarias de esta bodega radicada en Villadecanes, Toral de los Vados.

Los que teman que su precio sea prohibitivo, por esa existencia de ‘oro’, no deben preocuparse. En realidad es un colorante natural de óxido de hierro que, mezclado con goma arábiga, le aporta la densidad adecuada para que no precipite y se quede flotando en la botella como un tesoro recién descubierto.
Después de superado este reto, los responsables de la bodega siguieron innovando y crearon un singular ‘semáforo’ de vinos rojos, naranjas y verdes: el Byva Red, Byva Orange y Byva Green, que obtuvieron el premio al ‘Paquete de oferta’ en la pasada Feria de Productos de León. Todos provienen de viñedos de igual antigüedad que los del vino Cósmica, y se crean con las variedades Palomino y Doña Blanca. En la elaboración se realiza un mosto de uva cuya fermentación se paraliza cuando alcanza los nueve grados de alcohol. A partir de esa base, se añade a cada uno su propia peculiaridad. El Byva Orange está macerado con mandarinas y lleva un poco de azafrán, el Byva Red se distingue por su maceración con extracto de fresas y frambuesas, y el Byva Green se caracteriza por el sabor de la cáscara de manzana y la sidra. Y en el caso de Cósmica, el vino dorado, el toque final es a frutos secos y desde la bodega se destacan, en las notas de cata, un «sabor único a cava con turrón».«A la gente le llama la atención lo nuevo, lo que se sale del estereotipo y estos vinos dependerán de la aceptación del público. Nosotros seguimos investigando, pero la última palabra la tiene el mercado. El que se venda, quedará. El que no, se irá descartando. Ahora va todo tan deprisa que es importante llamar la atención», dice Amaya Rodríguez.Apartarse de la Denominación de Origen para elaborar estos vinos de diseño no significa que la bodegano siga elaborando caldos dentro de la DO y el esfuerzo continúa con sus vinos tradicionales y sus vinos de autor, como el Byva crianza, Montuno joven o el Montuno Verde. «Pero las bodegas tienen que buscar salidas económicas y, para estos vinos diferentes, estar dentro de la DO no es necesario», añade Rodríguez.
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