A la altura de una tierra de maíz un hombre salió de ella, «le golpeó en el costado con una azada que portaba, lo tiró de la bicicleta» y le dijo que «lo iba a matar». Pudo levantarse, coger la bicicleta y avanzar unos metros cuando se encontró con otro de los acusados, el hijo del que le había golpeado con la azada, que iba en un quad. Según el fiscal, el que viajaba en la bicicleta dio con la azada al del quad y este, a su vez, «lo embistió» con el vehículo y lo tiró a él y a la bicicleta hacia un reguero, donde siguieron «agrediéndose mutuamente», interviniendo también el padre del del quad. Cuando estaban enzarzados en esta pelea apareció el cuarto acusado, el hermano del que iba en la bicicleta, que según el escrito de la Fiscalía se dirigió al padre y al hijo y les dijo «que los iba a matar».
Contusiones y secuelas
A consecuencia de estos hechos el hombre de la bicicleta –explica el Ministerio Público– sufrió una contusión en la región lumbar izquierda, en la región tibial izquierda, en el antebrazo derecho y una fractura diafisaria del fémur izquierdo no desplazada para la que necesitó asistencia médica. Estuvo ingresado en el hospital 11 días con tratamiento médico ortopédico, farmacológico y rehabilitador y tardó en curar 502 días, 11 de ellos «de perjuicio muy grave». Además, le quedaron secuelas, padeciendo un «dolor residual» en el músculo «vasto externo izquierdo valorado en un punto». La asistencia médica prestada por el Sacyl ascendió a 2.815 euros y los daños causados en la bicicleta, que no fue reparada, se valoraron en 161 euros. Por su parte, el hombre con el que se enzarzó en primer lugar, el que salió del campo de maíz, «no sufrió lesiones objetivables».