La asociación recordó que el Plan General de Caza que pretende aprobar la Consejería de Fomento y Medio Ambiente tiene una vigencia de cinco años. Por lo tanto, se aleja de las necesarias órdenes anuales de regulación de la caza que daban respuesta a la evidencia de que el periodo y las condiciones en las que se puede ejercer la actividad dependen de factores que varían anualmente como la climatología, la fenología y otros, perfectamente definidos en la Ley 9/2019, que modifica la Ley 4/1996 de Caza en Castilla y León, y que no pueden considerarse excepcionalidades.
Los ecologistas criticaron que el actual consejero de Fomento y Medio Ambiente en funciones, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y su equipo directivo pretenden escenificar que los cupos de caza se basan en estudio sólidos. No en vano, denunció que los supuestos estudios no se han hecho públicos, “por lo que parece que siguen la estela de los utilizados para aprobar el Decreto 10/2018, que regulaba el aprovechamiento de las especies cinegéticas”. Un decreto que, la organización recordó, está suspendido cautelarmente por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) porque los estudios de las poblaciones carecían de valor para asegurar la conservación de las especies que iban a ser objeto de aprovechamiento.
Como ejemplo de la validez de los estudios, la organización ecologista señala los correspondientes a especies como la tórtola europea, cuya población se ha reducido un 75 por ciento en los últimos 15 años, lo que evidencia su mal estado de conservación y exige que se declare no cinegética. Los estudios sobre esta especie deben basarse en censos que se terminan de completar en julio, lo que invalida los resultados esgrimidos por la Junta para considerarla cinegética.
La presunta planificación de la codorniz es, según Ecologistas en Acción, también un ejemplo de la “farsa” de la planificación ya que, a pesar de las condiciones meteorológicas de este año que hacen augurar el descenso y el retraso en la reproducción de la especie, el periodo de caza se inicia como siempre el 15 de agosto y se permite un cupo de 25 ejemplares por cazador y día. Es de esperar que, como el año pasado, los cazadores se encuentren con codornices con los huevos dentro, aún sin poner.
Sobre la caza del lobo, Ecologistas en Acción señala que los cupos se remiten a los planes de cinegéticos de los cotos, carentes de valor al no tener el soporte de unos Planes Comarcales que han sido suspendidos cautelarmente por el TSJCyL.