La organización agraria Asaja de León celebró ayer en la localidad de Valencia de Don Juan su XXXVIII Asamblea General, acto que se había pospuesto ya que habitualmente este órgano de gobierno se reúne en el primer trimestre del año.
Además del informe de gestión, tanto en la actividad sindical y representativa como de servicios, y de la aprobación del balance económico y presupuesto para 2024, se abordó la situación general del campo en la provincia, donde destaca el bajo precio que perciben los cerealistas por su grano, señalando, por su importancia cuantitativa, el cultivo del maíz. A esto se suman unos costes elevados en prácticamente todos los insumos y servicios, como son el gasóleo, abonos, semillas, fitosanitarios, repuestos, mano de obra, maquinaria, e intereses de los préstamos, entre otros. Consecuencia de todo ellos es que muchas explotaciones, sobre todo cerealistas y de cultivos herbáceos en general, están produciendo a pérdidas. En plena campaña de vendimia, la organización manifestó también su preocupación por los bajos precios de la uva.
Por ser también un tema de actualidad que preocupa a los ganaderos, se abordó la problemática de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica y los cambios en el protocolo de la campaña oficial de saneamiento ganadero. A este respecto, Asaja ha pedido que las ayudas por las pérdidas ocasionadas por la EHE lleguen pronto a las 83 ganaderías leonesas donde ya se ha confirmado la afección mediante análisis de PCR.
En las intervenciones del secretario general, José Antonio Turrado, del presidente provincial, Arsenio García Vidal, y en particular en la del presidente regional, Donaciano Dujo, se pidió la revisión del tratado de la Unión Europea con Ucrania para impedir la entrada de cereales baratos que hunden nuestros mercados, así como dotar a la Ley de la Cadena Alimentaria de mecanismos que de verdad protejan al productor e impidan la venta a pérdidas.
Los responsables de Asaja exigieron a la Junta de Castilla y León que resuelva de una vez por todas los expedientes de incorporación de jóvenes y de modernización de explotaciones, y mostraron relativa satisfacción con los cambios que se han introducido este año en la aplicación de la PAC, de los que se han beneficiado de forma muy particular los productores de maíz, que no tendrán que cumplir con la rotación de tierras ni con el barbecho obligatorio.
Los responsables de Asaja reivindicaron infraestructuras como las concentraciones parcelarias, los regadíos y los nuevos regadíos, y reconocieron que el esfuerzo de la Junta y del Estado de los últimos años ha permitido importantes avances en estas materias.
La organización agraria aprovechó también la ocasión para exigir que se preserve el suelo agrícola, oponiéndose a la autorización de cambio de uso para la instalación de macroparques fotovoltaicos, y exigiendo que las líneas de evacuación de electricidad sean subterráneas.
Los dirigentes de Asaja han informado a los socios de que se abre el periodo de posicionamiento sobre la nueva PAC a partir de 2027, y que la organización pedirá un incremento presupuestario, una apuesta por el modelo de agricultura profesional familiar, y que esté dotada de instrumentos para mejorar la competitividad en un mercado cada vez más globalizado que debe de regirse por normas homologables.