Por su parte, personas cercanas al presidente también rechazan cualquier operación respecto a esa fecha. Aunque sí existe en este entorno una preferencia por el mes de abril frente a personas en Ferraz que apuestan fuerte por unir los comicios generales con las europeas, autonómicas y municipales del 26 de mayo. La fecha del 14 de abril era este martes «absolutamente descartada» por diversas personas de confianza del presidente, según recoge ABC. Tanto en Ferraz como en Moncloa. «Eso seguro que no», manifestaba un dirigente de la dirección federal. En la misma línea que la víspera, se rechazaba de plano esta posibilidad. Las fechas que ayer centraban el debate eran el 26 de mayo o el 28 de abril, ganando fuerza ésta última a lo largo del día.
Se manifestaba como elementos de rechazo al 14 de abril que sea Domingo de Ramos y que ya hayan comenzado las vacaciones de Semana Santa, porque el viernes 12 es último día del calendario escolar, aunque éste varía en función de la Comunidad Autónoma. Pero también se rechaza la fecha por las connotaciones que puede tener respecto a la Segunda República y convertir los comicios en una reivindicación republicana que los socialistas desean mantener como referencia histórica pero no para cuestionar la monarquía actual. Eso, dicen, solo beneficiaría a Podemos... «y a Vox», reflexionaba un dirigente.
La apuesta por el 26 de mayo de algunas personas del PSOE se basa en su confianza en la movilización del partido gracias a su mayor presencia municipal. Y se constata que los que no quieren juntar las elecciones, esencialmente algunos presidentes autonómicos, «son pocos y no pesan tanto en el partido». Y se apunta a que en muchos territorios podrían subir «dos o tres puntos» el resultado de la marca.
Motivos a favor
Pero a lo largo de este martes en diferentes conversaciones con miembros del Ejecutivo, Ferraz y Moncloa ganaba enteros la posibilidad del 28 de abril. Fuentes socialistas deslizaban que su tradicional preferencia por el superdomingo era «en otro contexto». En referencia a que los socialistas están convencidos de que ahora«tenemos la campaña hecha». Y ésta no es otra que explotar el mensaje de que la derecha es uniforme, para tratar de hacer más pequeño el espacio de Ciudadanos, y de que junto a los independentistas han bloqueado el Presupuesto. El convencimiento con esta estrategia es tal que ayer ya se reconocía en privado que no existe interés en sacar adelante las cuentas.Diferentes personas muy cercanas al presidente evitaban dar nada por cerrado y dejaban que el presidente tome hoy una decisión. Pero el consenso sobre el 28 de abril era importante entre algunas de las personas más influyentes sobre Sánchez y que en cambio diferían sobre otras fechas. Esa fecha nos llevaría a una campaña electoral que arrancaría en sus primeros días en Semana Santa. Pero los dirigentes que apuntaban ya a esta fecha quitaban importancia a este hecho porque «ya estamos permanentemente en campaña» y porque cada vez se deciden más cosas en la recta final de la misma.
Para que las elecciones sean el 28 de abril el decreto de convocatoria y de disolución de las Cortes tendría que estar publicado en el BOE del 5 de marzo. Está abierta la posibilidad de que el presidente del Gobierno realice algún anuncio mañana mismo. Pero nadie en el Ejecutivo lo planteaba de manera clara: «Depende de él». Otras fuentes del Gobierno apostaba por dejarlo reposar hasta el jueves o el viernes.