Según se informa desde la la Junta, que destinó en las tres anualidades 450.000 euros, de las 29 medidas contempladas en las cuatro líneas estratégicas diseñadas se han realizado actuaciones en 27 de ellas. Las líneas estratégicas hacen referencia a la consecución de centros de trabajo más sostenibles, con la implicación de los trabajadores y la ciudadanía en general.
El Acuerdo para promover una Transición justa frente al Cambio Climático en 2018-2020 se firmó el 15 de febrero de 2018, con el fin de impulsar el desarrollo de un modelo de sostenibilidad que apueste por la mitigación y adaptación al cambio climático, garantizando una transición justa para las personas trabajadoras y las empresas que puedan verse afectados por los esfuerzos mundiales dirigidos a reducir las emisiones de carbono.
Entre las actuaciones a destacar para conseguir centros de trabajo sostenible figuran entre otras, el impulso al emprendimiento verde, el fomento de la implantación de sistemas de gestión ambiental, la medición y registro de la huella de carbono, la compra pública verde, el ahorro y la eficiencia energética a todos los niveles.
En cuanto a la investigación y diagnóstico, entre las actuaciones llevadas a cabo se encuentran el impulso a acuerdos entre la administración, las entidades científicas y educativas y el tejido empresarial para avanzar en la investigación y el conocimiento de nuevas herramientas y tecnologías de mitigación y adaptación al cambio climático; el análisis de las posibilidades de nuevos empleos y sectores verdes en la Comunidad de Castilla y León, impulsando posteriormente la creación de empleos verdes, por ejemplo en el aprovechamiento de los recursos forestales de la Comunidad, en especial, la biomasa para producción de energía. o la difusión de las buenas prácticas sostenibles que se están realizando hasta el momento en las empresas.
Para implicar a los trabajadores, según se destaca de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, las acciones propuestas en el Acuerdo incluyeron acciones de formación y un aprendizaje en prácticas empresariales ecológicas y en tecnologías e innovaciones respetuosas con el medio ambiente, entre otras medidas.
La última línea estratégica, implicar a la ciudadanía, ha contado con actuaciones encaminadas a fortalecer la corresponsabilidad de la ciudadanía y de las empresas a través de la educación ambiental, potenciando el transporte público y compartido, impulsando el consumo de productos más eficientes energéticamente, el ecoetiquetado de productos y servicios, favoreciendo sistemas de compromiso voluntario y compensación de emisiones.
Futuro Acuerdo
La Comisión de Seguimiento también planteó que, dado que esta primera fase 2018-2020 se ha visto condicionada por la crisis sanitaria provocada por el COVID 19, seguir avanzando en el impulso del desarrollo de un modelo de sostenibilidad que apueste por la mitigación y adaptación al cambio climático.
La Comisión recomienda, no obstante, una revisión de los objetivos específicos, y de las líneas estratégicas y las medidas previstas con un enfoque acorde al nuevo marco estratégico que existe a nivel europeo y nacional, y que se materializa en el Acuerdo de París, en la Agenda 2030, en el Pacto Verde Europeo, o en las nuevas políticas de adaptación al cambio climático, de calidad ambiental o de economía circular.