Y es que los datos que relacionan el alcohol con los siniestros de tráfico resultan alarmantes, ya que es un factor concurrente o desencadenante en un tercio de los accidentes mortales. Su presencia en la conducción dependiendo de la tasa multiplica entre 2 y 15 el riesgo de sufrir un accidente. Gavilanes ha asegurado que “la única tasa segura es 0,0%. No sólo está relacionado con una mayor accidentalidad sino que también repercute en una mayor mortalidad, al ser un factor vinculado con un peor pronóstico en las lesiones sufridas”.
Durante el pasado año 2014, la Policía Local de León realizó en la ciudad 6.537 pruebas de alcoholemia, de las que 5.903 fueron en controles preventivos, 579 con ocasión de accidentes de tráfico, 40 por infracciones y 15 al apreciar síntomas en el conductor. Además, los agentes pusieron a disposición judicial a 113 conductores por conducir bajo influencia de bebidas alcohólicas y a 8 por negarse a someterse a las pruebas de alcoholemia.
El Ayuntamiento de León y el Cuerpo de la Policía Local, conscientes de la importancia de la educación vial como medio para modificar las conductas peligrosas en la circulación, se ha unido a la campaña nacional de la Dirección General de Tráfico (DGT) en esta campaña que finaliza el próximo domingo.
Los conductores que circulen con una tasa superior a la establecida denuncian en vía administrativa cuando no supera los 0,60 miligramos por litro de aire espirado y se realizan diligencias de carácter penal cuando los conductores superan esta tasa impidiéndoles continuar la conducción. Si no hay un conductor que se haga cargo del vehículo, después de haberse sometido a la preceptiva prueba de alcoholemia, la Policía Local retira el vehículo de la vía pública.
Menos positivos
En la última década se ha producido un cambio de comportamiento de los ciudadanos que ha hecho que el porcentaje de positivos detectados descienda de una forma notable, pasando del 5 al 1,7%. Aunque el objetivo inmediato de la Dirección General de Tráfico es bajar del 1% los positivos de alcoholemia en los controles preventivos.
Conducir después del consumo de sustancias psicoactivas es un hecho frecuente en España, alcanzando el 17% de los conductores españoles. Aparte del alcohol, casi un 11% de conductores conducen tras haber consumido alguna sustancia (drogas de abuso) que pueden afectar la capacidad para una conducción segura. El cannabis (THC) y la cocaína son las dos sustancias más frecuentes.